La óptica persecutoria de Fayad
Alejandro Zapata Perogordo
Al momento de presentar el senador Omar Fayad su iniciativa de Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos, nunca se imaginó el revuelo que iba a causar, se introdujo en un tema por demás polémico, provocando una serie de pronunciamientos y descalificaciones.
El documento, visto desde su contenido, da pauta para calificarlo de riesgoso, pues se encuentra en una línea muy delgada entre lo que dice perseguir y el derecho que se tiene a la libertad de expresión y por supuesto a la información, razón por la cual se puede calificar como atentatorio e incluso regresivo.
La perspectiva como aborda el tema produce escozor, pues si bien existen algunas conductas derivadas del uso de las redes sociales que atentan contra el honor, la vida privada e incluso la íntima, se utilizan en delitos de trata de personas, extorsiones, fraudes e hasta en actos de terrorismo. No obstante la utilización de los medios electrónicos constituye una herramienta para cometer los actos ilícitos, condición que podría configurar, en su caso, un agravante dependiendo de las circunstancias particulares de cada acción, pero de eso, a que se pretenda la regulación del uso de las redes sociales, implica sin duda alguna un exceso.
Es evidente que la propuesta carece de un profundo análisis, el impacto social no fue considerado, tampoco las experiencias sobre derecho comparado; además, tratándose de un tema sensible, no se hicieron esfuerzos por tener algunos consensos y, al parecer, sólo se hizo con una óptica persecutoria, sin tomar en cuenta tipologías con base en la intención de las conductas, que es precisamente la parte medular del derecho punitivo.
Hoy por hoy, el medio de comunicación más eficaz es a través del internet, que da cuenta prácticamente de absolutamente todo lo que acontece y, sin bien su uso se regula desde el aspecto técnico, también se debe reconocer que es un espacio donde se ejerce a plenitud la libertad de expresión, y pretender menoscabarla bajo la justificación de combatir la delincuencia parecería más bien un despropósito.
Por el contrario, precisamente por contar con esa libertad, a través de las redes sociales se han podido realizar múltiples investigaciones y dar con el paradero de infinidad de delincuentes, el ciberespacio permite obtener información de todo tipo, que contrariamente a lo aducido, coadyuva a obtener elementos eficaces para prevenir, contener y reprimir acciones ilícitas.
