Tan malas como el cigarrillo, dice la OMS
Gabriel Gutiérrez
La Organización Mundial de la Salud clasificó a las carnes procesadas como cancerígenos.
Los investigadores concluyeron que las carnes procesadas, como embutidos, tocino y salchichas, entre otras, se han clasificado como cancerígenos de nivel 1, grupo compuesto por sustancias como el cigarrillo, de los que se tiene evidencia de que causan cáncer.
¿Qué hace que las carnes procesadas (y posiblemente también las carnes rojas) provoquen cáncer? Estos alimentos son sometidos a una serie de acciones como ahumado, curado con diferentes químicos y además poseen grandes cantidades de conservadores. El proceso de asado o cocido también tendría un rol fundamental.
Los responsables de la investigación fueron los científicos de la agencia francesa IARC, cuyas conclusiones señalan que el consumo de estos productos alimenticios está directamente vinculado al cáncer intestinal.
Por su parte, la carne roja está clasificada en el grupo 2A, que engloba a posibles cancerígenos, es decir que podrían causar cáncer, pero que no existen pruebas concluyentes.
Más de 800 estudios realizados por científicos y centros de investigación independiente indican que el consumo diario de 50 gramos de carnes procesadas aumenta 18 por ciento las probabilidades de sufrir de cáncer colorrectal. Este tipo de cáncer está entre los cinco más frecuentes, tanto en hombres como en mujeres.
Entre los productos derivados de la carne, tanto de vaca como de cerdo y de los que hay evidencia de que suben las probabilidades de sufrir cáncer, están salchichas, tocino, jamón, carne seca o ahumada, salami y pepperoni, junto a varios más que forman parte de la dieta de la mayoría de las personas en el mundo.
Las evidencias permiten concluir que el consumo de carnes procesadas provoca cáncer. El hecho de clasificarse en el mismo grupo que el cigarrillo o asbesto no es un dato menor: las carnes procesadas prácticamente son tan cancerígenas como el cigarro.
