Patricia Gutiérrez-Otero
News of his meeting with Ms. Davis buoyed Christian conservatives, who had been dismayed that the pope, in his emphasis on the poor, barely mentioned issues like abortion and homosexuality during his visit to Washington, New York and Philadelphia. (NYT)
Mi hipótesis es la siguiente: los cambios que Bergoglio ha realizado desde que se convirtió en el Papa Francisco han molestado severamente al ala conservadora vaticana, eclesial y social mundial. Desde no habitar las cámaras pontificas del Vaticano, iniciar un saneamiento de las finanzas de ese Estado, convocar un Consejo Episcopal nombrado por él mismo, no seguir los protocolos al pie de la letra, no denostar a los homosexuales por el hecho de serlo… hasta sacar una encíclica en la que critica el sistema económico imperante; crítica extendida al consumismo que destruye la naturaleza y al hombre. Esos cambios, acordes a Vaticano II, han sido radicales, en el sentido profundo del término. Además, el Papa Francisco tuvo la osadía de ir a Estados Unidos de Norte América y ahí, en el centro del poder financiero y económico, reafirmar sus objeciones contra un sistema destructor y excluyente. Por eso, la reacción desde entonces ha sido la de pegarle para desprestigiarlo. ¿Cuánto valen sus palabras sobre la economía si en el imaginario de la gente anida que el Papa no es creíble?
Me parece adecuado mencionar aquí tres ataques mediáticos contra Francisco. La noticia sobre su entrevista con Kim Davis, la indulgencia concedida a los Legionarios y el escándalo del robo de información financiera del Vaticano. En este espacio trataré sobre el primero, porque es paradigmático.
Durante su estancia en Estados Unidos la Sra. Kim Davis fue invitada a una audiencia, no privada, con el Papa. Kim Davis había estado cinco días en la cárcel por negarse a casar civilmente a homosexuales. El arzobispo que organizó esta reunión con el Papa, Carlo María Vigano, nuncio de Estados Unidos, puede ser retirado de su cargo por convocar la visita de una persona cuyo punto de vista no pretendía ser validado por Francisco, y sin ponerlo al corriente de quién era la persona que iba a recibir ni las implicaciones que podían derivarse de esto.
En el avión de regreso a Roma, el Papa defendió el derecho de la objeción de conciencia, incluso de los burócratas: “Si el funcionario de gobierno es una persona humana, tiene ese derecho. Es un derecho humano”. Sin embargo, con gran rapidez los medios conservadores americanos usaron la visita con la información dada por Davis, y descontextualizada, como una validación de la lucha contra el matrimonio homosexual; y el periodismo amarillista, como una demostración de la cerrazón del Papa, sin mencionar que la única audiencia privada que tuvo lugar en nuestro vecino país del Norte fue concedida personalmente a un exalumno suyo de los años sesenta en el Colegio de la Inmaculada Concepción. Este viejo alumno de Francisco es Yuyi Grassi, es homosexual, y acudió a la audiencia acompañado de su pareja sentimental y de otros amigos. Esto puede verse en el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=-zts_s5OOpI.
La reiterada petición de Francisco a la gente de que ore por él, me parece que muestra la difícil situación en la que se encuentra un Papa que se ha atrevido a iniciar cambios en la estructura Vaticana y a criticar, en beneficio de los más desheredados, el poderosísimo cartel neoliberal norteamericano y mundial.
Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés, que se respete la Ley de Víctimas, que se investigue seriamente el caso de Ayotzinapa, que el pueblo trabajemos por un Nuevo Constituyente, que Aristegui y su equipo recuperen su espacio radiofónico.
pgutierrez_otero@hotmail.com
