En la Cumbre del Clima en París, Recep Tayip Erdogan, el presidente de Turquía, se comprometió públicamente a renunciar si se llega a comprobar que fuerzas de la milicia de su país le vende petróleo al Estado Islámico.
Lo anterior dada la ola de acusaciones realizadas por el gobierno ruso al decir que cuenta con pruebas suficientes para poder arrebatarle la presidencia de Turquía.
“No somos tan deshonestos como petróleo a los terroristas. Si eso se demuestra, dejo mi puesto. Si tienen alguna prueba, que lo demuestren, vamos a verla”, dijo el presidente turco en declaraciones recolectadas por la agencia rusa de noticias TASS.
Por su parte, un portavoz del Kremlin destacó que esa información, de darse a conocer a la luz pública, podrían ser más efectiva para combatir al terrorismo que para usarla con fines políticos.
En los últimos ocho meses, el gobierno ruso ha dado a conocer en diversas ocasiones que una de las principales fuentes de financiamiento del Estado Islámico, además de la venta ilegal de arte, es la venta en el mercado negro de petróleo.
En un estimado se prevé que hasta el momento, el Estado Islámico haya logrado recaudar hasta 800 millones de dólares en el mercado negro de Turquía, vendiendo los barriles con un 50% de descuento que en el mercado internacional del crudo.
En desglose, el Estado Islámico vende diariamente cerca de 40 mil barriles de petróleo obteniendo una ganancia de 1.5 millones de dólares día con día.
Russian Times oag