Está en riego es la vida misma
Mireille Roccatti
El presidente de México Enrique Peña Nieto participó en París en la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático, en la cual nuestro país ha tenido una actuación muy destacada desde su creación hace dos décadas; lo hace en medio de una situación internacional convulsa y con guerras que parecieran prolegómenos de una tercera conflagración mundial.
Aún no termina la indignación mundial por los trágicos hechos de terrorismo acaecidos en la Ciudad Luz , y París fue el escenario de una nueva Cumbre sobre el Cambio Climático. Lo que es una muestra de que el miedo que pretenden sembrar grupos terroristas minoritarios será siempre opacado por las acciones de la mayoría de los ciudadanos del mundo, que buscan construir un mundo mejor. En el caso de las acciones impostergables en materia del cambio climático, luego de los acuerdos consensuados durante los veinte años anteriores, ésta debe ser la cita definitiva de la que tenemos esperanza saldrá un compromiso vinculante internacional para la reducción de los gases de efecto invernadero, incluidas las grandes potencias.
La vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP21) es la cumbre en la que participan los 195 países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En este tratado internacional de 1992, se reconoció la importancia de detener el calentamiento global para el futuro del planeta.
La emisión de gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido de carbono (CO2), provoca que se acumulen en la atmósfera y que la temperatura de la esfera terráquea se eleve. El problema tiene su origen en las actividades humanas que han roto el equilibrio original de la vida misma del planeta y sus habitantes.
La industria, el transporte y los usos del suelo han aumentado la concentración de estos gases. Para la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó en 2014 las 397.7 partes por millón (ppm). Antes de la Revolución Industrial era de 278 ppm. El aumento de la temperatura —si continúa— redundará en fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y ciclones. Sin acciones concretas para estabilizar la temperatura media global, su elevación traerá como consecuencia el deshielo de los casquetes polares, y consecuentemente el aumento en el nivel de los mares.
La Conferencia de París debe obligadamente concluir con un compromiso vinculante y definitivo para la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera. En París se propondrá un nuevo protocolo que sustituya el de Kioto y que se empezaría a aplicar a partir del año 2020. El objetivo es que, a final de siglo, el aumento de la temperatura global no supere los dos grados.
Los compromisos adoptados en las anteriores cumbres no se respetaron, en gran medida, porque la ratificación no se llevó a cabo por parte de las grandes potencias y algunos países desarrollados, que son los causantes de más de la mitad de las emisiones contaminantes.
En los últimos años la variación del clima mundial ha ejercido una influencia para la predisposición de las grandes potencias a cerrar un acuerdo vinculante a partir de 2020, y esto augura un buen desarrollo en la ratificación de los acuerdos de la Cumbre de París. En el caso de México, sus esfuerzos y compromisos han contribuido a estimular al resto de las naciones, porque lo que está en riego es la vida misma.