La convención internacional sobre el genocidio fue firmada el 9 de diciembre de 1948 al culminarse la Segunda Guerra Mundial y tras la experiencia del Holocausto nazi.
La humanidad no debe olvidar jamás la intolerancia que ha llevado a ciertos gobernantes a cometer los crímenes más horrendos en contra de la población.
Un genocidio es definido por las Naciones Unidas como la “aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos”.
Si se consideraran a las guerrillas religiosas fundamentalistas como perpetradoras de crímenes por causa de la religión habrían ya sumado miles de muertos con una vertiente católica en contra del islam. Pero este tipo de persecuciones todavía se consideran dentro del marco jurídico del terrorismo.
En Nigeria la guerrilla Boko Haram tiene controlada a la población cristiana del norte de ese país y sistemáticamente asesina a gente con esta vertiente ya que buscan establecer un Estado musulmán en todo el territorio. Resalta el dato de que particularmente centenas de mujeres jóvenes y niñas son comúnmente secuestradas por militantes de Boko Haram quien rindió lealtad a ISIS en marzo de este año.
En Birmania, el actual gobierno de corte budista ha entablado serias matanzas en contra de la población crisitiana conocida como kachines. De hecho, desde junio de 2011 se ha roto la relación de paz con la guerrilla de corte cristiano por la disputa del territorio y el Ejército Independiente Kachin (KIA) se encuentra en combate. Se cree que la cifra de población kachín sea de un millón de los cuales 150 mil han perecido en esta lucha.
A causa del Estado Islámico (ISIS), una variante fundamentalista de la versión sunita del islamismo, los musulmanes chiítas, asirios así como los cristianos han sido objeto de persecución y muerte. Un reporte de Amnistía Internacional ha generado la cifra de casi 1 millón de muertos no sunitas desde la reivindicación islámica en junio de 2014.
De igual forma, algunos analistas consideran el crimen de la desaparición forzada como un tipo de genocidio que el Estado perpetra en contra de su propia población. En este aspecto, los ejércitos de los países podrían cometer crímenes de lesa humanidad en “pequeña” escala al masacrar a cierto número de habitantes con ciertas características ya sea de identidad étnica, política o de nacionalidad.
Los grandes genocidios de la historia
En los siguientes crímenes de la humanidad del siglo XX se puede observar claramente un rasgo peculiar en los asesinatos masivos ya sea por la raza o las ideologías.
El genocidio armenio entre 1915 y 1923 deportó forzosamente a 15 millones de personas de nacionalidad armenia del territorio turco. Se les obligó a caminar con la ropa que traían puesta y miles murieron en el camino o fueron víctimas de asalto o vejaciones por parte de cuatreros o de comandos del ejército turco.
Posteriormente se reconoce el Holocausto nazi en Alemania en 1945, donde consideran que más de 1 millón de judíos murió en los campos de concentración de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial que culminó con las dos bombas atómicas de la historia de la humanidad en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki que dejaron hasta la fecha más de 60 millones de muertos. Las consecuencias de las bombas atómicas todavía no son consideradas oficialmente un genocidio.
Uno de los crímenes más espantosos de todos es el genocidio de Ruanda, en África, en 1994, casi 1 millón de personas de raza tutsi murieron asesinadas por parte del ejército hutu lo que representó el 75% de la población tutsi: las mujeres sobrevivientes fueron brutalmente violadas en su mayoría. Las Naciones Unidas abrieron un Tribunal especializado para juzgar a los responsables sobrevivientes de esta masacre.
En Ucrania, entre 1932 y 1933 se reconoce la matanza de “holodomor” que significa “matar de hambre” perpetrada por el entonces gobierno soviético para forzar a Ucrania a convertirse en un estado satélite del gobierno. Murieron casi 2 millones de personas de nacionalidad ucraniana. Cabe señalar que durante el régimen de Stalin, la ex unión soviética acabó con 40 millones de personas en general en lo que se le conocía como “purgas” poblacionales.
Es poco conocido pero un dictador ultra comunista llamado Pol Pot y su ejército rojo de los Jémeres realizó ofensivas contra su población ya que se tiene el registro de que en pocos años, la población disminuyó de 7.5 a 5 millones durante su mandato entre 1975 y 1979.
Aunque tampoco es oficialmente reconocido, en China, durante el régimen de Mao Tse Tung de 1949 al 79 se tiene el registro de que más de 70 millones de personas de esta nacionalidad murieron a causa del férreo control del gobierno. Y desde 1979 con la política del hijo único —ahora abierta a dos niños por familia— se tiene el registro de que por causas de natalidad, autoridades chinas habrían cometido cerca de 400 millones de infanticidios hasta el 2015.
ONU/RT OAG