Sin querer queriendo, Rick Kriseman se convirtió en el héroe de migrantes -muchos mexicanos-, pero sobre todo de los musulmanes, luego de que anunciara que no permitirá que el aspirante a la Casa Blanca, el polémico Donald Trump, ingrese a territorio de St. Petersburgo, una pequeña ciudad del centro de Florida, en EU.

El posteo lo hizo en Twitter el alcalde norteamericano el pasado 7 de diciembre y ayer se hizo tendencia luego de que el breve mensaje fuera viralizado, al compartirse en el lapso de unas horas, más de 20 mil veces.

Trump dijo que su propuesta es porque, en pocas palabras, los musulmanes odian a los Estados Unidos y que representan una peligrosa amenaza para la nación que quiere gobernar, lo que le ha valido severas críticas de distintos segmentos, políticos y sociales, norteamericanos.

Kriseman posteo su determinación de negarle la entrada a su ciudad a Donald Trump, luego de que éste propusiera prohibir el acceso total a los musulmanes a territorio norteamericano, luego de los últimos hechos violentos registrados en el vecino país del norte y el violento antecedente internacional.

El risueño alcalde de St. Petersburgo, una ciudad situado al centro del estado de Florida, escribió en su cuenta de Twitter que su decisión es hasta en tanto, “entendamos completamente la peligrosa amenaza planteada por Trump”.

Este manifiesto público se suma a las miles de antipatías que ha logrado generar el empresario inmobiliaria desde que externó sus aspiraciones de suceder a Barak Obama en la Casa Blanca y dirigir los rumbos de una de las naciones más importantes del mundo.

Recientemente, el Instituto de Investigación sobre Religión Pública, realizó una encuesta de la que se deriva que ocho de cada diez latinos desprecian al republicano aspirante a presidente.

El estudio revela que ese 80 por ciento de latinos tiene una opinión desfavorable hacia el despreciado gringo, y de ellos, el 59 por ciento, expresó una antipatía total –muy desfavorable-, hacia Trump.

Medios internacionales consignan cómo, a pesar de saber que ningún aspirante al gobierno norteamericano podrá llegar a la Casa Blanca sin no cuenta con el respaldo del voto latino, Donald Trump insiste en sus prácticas discriminatorias.

De nueva cuenta, el polémico empresario venido a político desata la furia de cibernautas, políticos y migrantes al generalizar la condena hacia el pueblo musulmán, pidiendo además que se les prohíba terminantemente ingresar a los EU.

Hoy sin embargo Rick Kriseman le dio una cucharada de su propio chocolate al cerrarle la puerta de su casa, la ciudad de St. Petersburgo y prohibirle el acceso, en una bíblica decisión muy al estilo de la cita de Mateo “con la vara que midas, serás medido”.