“No hay Navidad sin nieve”, dice Andy Newman en un reportaje especial del periódico estadunidense New York Times sobre la época decembrina.

El problema es que por la altas temperaturas, los neoyorkinos andan en shorts y suéteres ligeros en las calles en pleno invierno, una época del año asociada con frío, oscuridad y desasosiego.

Este será un invierno inusual para otras ciudades estadunidenses que tradicionalmente contaban con climas fríos. Tal es el caso de Jackson en Mississippi, Atlanta o El Paso.

El pronóstico del tiempo para lo que resta de diciembre marca que la temperatura promedio en la ciudad que nunca duerme será de 10 grados centígrados cuando normalmente era de 2.7 grados centígrados, y con nieve.

Y para el día de Nochebuena se pronostica una temperatura de 22 grados centígrados.

En realidad en este invierno hay sol y calor, de hecho, se pronostica como la época más calurosa del año en Nueva York, sin duda, un efecto anormal del calentamiento global. Los neoyorkinos no sienten que sea Navidad.

Este es un clima en el que no tiene sentido poner fogones en las calles para calentarse ni usar botas para abrirse paso por las aceras cubiertas de nieve.

Para algunos diseñadores de moda, como Mabrac Matthews de Brooklyn, este clima cálido en pleno invierno, desalienta las compras decembrinas, hace que la gente sea más apática porque se siente cómoda.

El reportaje se ilustra con una imagen soleada de un árbol natural adornado con luces y esferas navideñas bajo un cielo soleado, azul sin nubes con un rosal en flor en el parque Stuyvesant, en Manhattan, Nueva York.

 

New York Times
oag