Entrevista a Josep María Reniu | Profesor de la Universidad de Barcelona

 

En medio de la crisis económica, el 65% de los españoles votó por un parlamento dividido el pasado domingo 20 de diciembre, en unos comicios que arrojaron más incertidumbre que las propias campañas.

Estos resultados reflejan sin duda la realidad de España en donde los diferentes pulsos políticos de la ciudadanía es por fin representada en el gobierno.

Era de esperarse que los resultados fueran como las encuestas habían predicho. De los cuatro grandes partidos contendientes, a saber: Partido Popular, Partido Socialista Obrero Español, Podemos y Ciudadanos, la mayoría fue para el Partido Popular, del actual presidente Mariano Rajoy quien, por mandato constitucional, gobernará hasta conformar el nuevo gobierno.

La segunda mayoría la obtuvo el Partido Socialista Obrero Español con su candidato Pedro Sánchez. La tercera fuerza fue Podemos con el protagónico Pablo Iglesias seguido de Ciudadanos con Albert Rivera.

También era de esperarse que el partido Ciudadanos y el partido Podemos lograran algunos escaños en el parlamento español.

“No por esperados que sean los resultados dejan de tener algún elemento sorpresivo. Sí se tenía bastante claro que iban a ser unas elecciones de cambio no de continuidad y que algunas cuestiones mutarían respecto al escenario que teníamos desde el 2011, pero también hubo algunas sorpresas como por ejemplo que Ciudadanos no estuvo tan arriba como anunciaban las encuestas y que Podemos, junto con otros acuerdos en Galicia, Valencia, Euskadi y Cataluña, le lanzaron hasta los 70 diputados sumados esos cuatro escenarios”, dice Josep María Reniu, politólogo, sociólogo, especialista en derecho constitucional y profesor de la Universidad de Barcelona, España.

El resultado, como dice el entrevistado, pudo haberse configurado de otra forma ya que ahora ninguno de los grandes partidos —en solitario— tiene suficiente fuerza para poder gobernar sin el acuerdo de otras formaciones y aunado a ello, necesita más de una coalición para llegar a la mayoría absoluta.

España ante un parlamento dividido

La novedad en estas elecciones no radica en el fenómeno de las candidaturas independientes de Podemos o Ciudadanos sino en la conformación plural del parlamento, un hecho que no sucedía en una España tradicionalmente gobernada por dos partidos totalitarios: el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular.

En general, no sabe todavía cómo destrabar este gobierno dividido ni qué alianzas se concretarán aunque, para el doctor Reniu, solamente hay tres posibilidades reales para conformar el gobierno en este nuevo parlamento. La primera es una alianza, como han señalado los medios españoles, entre el Partido Popular y Podemos en la que el Partido Socialista Obrero Español se abstenga de participar.

La segunda es una gran coalición entre el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español; y la tercera es un macro acuerdo entre éste último y Podemos que incluya a otras representaciones como los catalanistas, vascos o canarios aunque, en palabras del entrevistado, es un acuerdo muy complicado porque los partidos tienen objetivos diametralmente opuestos.

El doctor Reniu ve poco probable que surja una gran coalición entre los dos partidos mayoritarios porque son dos partidos con concepciones radicalmente distintas.

Además, dice: “Esa medida es la que se utilizó en Alemania cuando empezó la crisis económica aquí en Europa y en el mundo. Alemania intentó dar una respuesta excepcional a una situación también excepcional como la de la crisis. Por lo tanto, la apuesta fue unir esfuerzos para superar esa debacle y una vez superada, separarse y competir electoralmente”.

Pero la mentalidad del ciudadano español es de una cultura mayoritaria en la que acuerdos, pactos o negociaciones se ven con mucha reticencia, explica Reniu.

“Hay otras zonas, como en Cataluña, en donde la cultura del pacto está muy interiorizada, incluso en Euzkadi o en Canarias. Pero a nivel estatal, a nivel nacional español, incluso a nivel ciudadano, no se percibe como algo positivo desafortunadamente. Llevo 25 años trabajando gobiernos de coalición y la verdad es que el gobierno de coalición es un elemento terriblemente provechoso para las sociedades”.

Con moción de censura, Sánchez podría ser presidente

Si los partidos no llegasen a un acuerdo en los tiempos que dictan las leyes españolas, entonces se convocarán a nuevas elecciones, por cierto, una opción que los medios españoles refieren escandalosamente y que es poco probable de que suceda. Ello implicaría un reajuste de estrategias dentro de los partidos y sería como comenzar todo de nuevo.

Con un instinto puramente académico y con temor a equivocarse, Josep María Reniu, declaró en esta entrevista realizada, vía telefónica, a menos de 24 horas de haberse cerrado los comicios electorales en España, que la mejor jugada sería un acuerdo de coalición para compartir del poder entre Partido Popular y Ciudadanos.

“Que Ciudadanos obtuviera, por decir, en una relación de dos a uno, por cada dos ministerios del Partido Popular, uno de Ciudadanos. Eso les permitiría un volumen de unos 160 curules de 250. No les permitiría el gobierno en primera votación para la investidura pero sí lo lograrían para la segunda”, explica Reniu.

El entrevistado también aseveró que en el sistema parlamentario español las mayorías proponen ante el rey a los mejores candidatos para dirigir el gobierno. El monarca finalmente elige a uno de los candidatos y en una primera fase de votación, si ese candidato obtiene la mayoría absoluta, también obtiene la investidura.

Si no es así, 48 horas después en una segunda votación, gana el candidato que simplemente obtiene más votos, es decir con una mayoría simple.

En esta segunda votación, predice Reniu, el Partido Socialista Obrero Español con un discurso para garantizar la gobernabilidad de España, etc. se podría colgar la medalla de con el pretexto de no entorpecer el gobierno porque no quiere que el resto de los españoles estén sufriendo, etc. Con esto facilitaría que se formara ese gobierno.

“Pero ese gobierno estaría en una situación bastante débil parlamentariamente, por ejemplo, para aprobar la principal ley que se aprueba en un congreso: el presupuesto. Un gobierno, en minoría de coalición, teniendo que negociar el presupuesto, difícilmente puede llevar adelante las políticas que hayan consensado porque no tienen mayoría suficiente para aprobarlas por sí solos”, dice el politólogo.

Reniu también detalló que esta situación de negociar con minorías parlamentarias provocará un desgaste que quizás al cabo de uno o dos años pudiera darse el escenario de convocar a nuevas elecciones anticipadas o bien, a una moción de censura para retirarles el apoyo parlamentario.

El juego legislativo de la moción de censura previsto en el sistema parlamentario español es un mecanismo para retirarle la confianza al presidente electo de gobierno y es una forma de disolver su gobierno.

Dice el entrevistado: “Actualmente el Partido Socialista Obrero Español podría presentar la moción de censura con total tranquilidad por los requisitos de número. Si esa moción obtiene la mayoría absoluta —que sólo puede obtener la mayoría absoluta en una sola votación— al mismo tiempo se le retiraría la confianza del gobierno en cargo, en este caso de Mariano Rajoy, y se convertiría en gobierno el candidato alternativo del partido que haya presentado la moción”.

Por lo que una vez conformado el gobierno de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, el candidato del Partido Socialista Obrero Español, podría ser presidente de España si presentase una moción de censura.

En el momento de la entrevista, este argumento sobre la moción de censura parecía un poco arriesgada pero al cierre de esta edición al día siguiente, el martes 22 de diciembre, Pedro Sánchez declaró ante la prensa española que: “El Partido Socialista Obrero Español actuará con prudencia y responsabilidad ya que es el Partido Popular el que debe intentar formar gobierno; pero que el Partido Socialista Obrero Español va a votar No a la investidura de Mariano Rajoy”.

Albert Rivera, el candidato de Ciudadanos también realizó declaraciones ante la prensa ese mismo día y dijo que “la única forma de evitar que se rompa España es que nos abstengamos Ciudadanos y el Partido Socialista Obrero Español, porque si no, no comienza la legislatura. Tienen que explicar a los españoles si, con sus peores resultados, van a intentar gobernar o aceptar el resultado y dejar que gobierne el que ha ganado las elecciones”.

Parece que las predicciones del profesor Josep Reniu empiezan a tomar forma en la realidad política de España.

Cambio en el sistema político

Desde la restauración de la monarquía después de la dictadura de Francisco Franco de 1939 a 1975, y después de los gobiernos de la coalición electoral de la Unión de Centro Democrático, España debe sus últimos cuatro presidentes a dos fuerzas políticas: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero por el Partido Socialista y José María Aznar y Mariano Rajoy por el Partido Popular.

El hecho de que actualmente el partido Ciudadanos y el partido Podemos se acomodaran en el parlamento español a la luz de la historia es un hecho sin precedentes.

“Estamos hablando de un potencial cambio en el sistema político español. Se puede decir que hemos alcanzado cambios de tipo estructural”, aclara Reniu. “Podemos y Ciudadanos han entrado en zonas en donde antes era un ranchito privado de captación de votos del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español debido al sistema electoral de repartición de curules en distritos muy pequeñitos, de manera que es bastante difícil para las nuevas formaciones políticas obtener representaciones”, explica.

Para el entrevistado este es apenas el caballo de Troya ya que para consolidar el cambio de paradigma en el sistema político se tienen que hacer reformas a la Constitución.

Hasta ahora, Podemos, Ciudadanos y el Partido Socialista son los únicos que han propuesto ese cambio pero no tienen la fuerza parlamentaria para impulsarlos además de que los proyectos de cada uno son divergentes.

“Aun con todo, al fin tenemos la «normalidad política europea» , es decir, si sumas parlamentarismo y multipartidismo, el resultado es un gobierno de coalición. Pactar para gobernar, este es un cambio que va a empezar ahora y espero que vaya al fondo a la raíz de esa cultura política de matriz española que tradicionalmente ha sido reacia hacia la negociación, al pacto y al acuerdo”, señala el profesor de la Universidad de Barcelona.

Finalmente, cuando se le preguntó sobre el tipo de gobierno que le gustaría ver en el parlamento español, el doctor Josep María Reniu sintetizó: “Personalmente me da lo mismo el color del partido, pero académicamente sería interesante que tuviéramos un gobierno de coalición, sería tremendamente positivo para fortalecer esa cultura política del pacto, de la negociación. Sería beneficioso para la cultura política española. El escenario es bonito, muy bonito”.

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