“No hay tierras extranjeras.

Quien viaja es el único extranjero”.

Robert Louis Stevenson

Las Islas Turcos y Caicos son una colonia británica en las Antillas, que consiste en un archipiélago formado por más de 40 islas. Por su cercanía con las Bahamas usa el dólar de este país en conjunto con el estadounidense como moneda. Esta pequeña nación de 948 kilómetros cuadrados (dos terceras partes de la superficie del Distrito Federal, como comparativo) tiene poco más de 50 mil habitantes. Pese a ser parte del territorio del Reino Unido estuvo bajo demarcación de Jamaica (hasta 1962) y de Bahamas (1973), fechas en las que dichos países se independizaron y actualmente es uno de los pocos territorios ultramarinos del imperio británico, con Providenciales como ciudad principal. Cabe destacar que esta demarcación es uno de los 17 territorios que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha solicitado que entren en un proceso de descolonización a fin de lograr su independencia. No obstante, no es el único caso en el continente americano, ya que otros territorios como Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Vírgenes Británicas o Montserrat, aún tienen al Reino Unido como metrópoli.

Turcos y Caicos tiene una actividad económica preponderante con el turismo de alto presupuesto, ya que pese a su escasa población en 2013 recibió alrededor de un millón de turistas; cabe destacar que tres de cada cuatro visitantes arribaron desde Estados Unidos, y una proporción similar llegaron en barco. Esta pujanza se reflejó en el porcentaje de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que en 2007 fue de 11.2% anual, uno de los mayores del mundo. Por tanto, cerca de 76% de los empleados de esa nación se dedican al sector servicios, con otras actividades de importancia son los servicios financieros al exterior y la pesca. Sin embargo, diferentes analistas han advertido de la situación de riesgo en Turcos y Caicos ante la vulnerabilidad por lavado de dinero, tal como sucede en otras demarcaciones del Caribe y las Antillas. Pese a que el índice de producción industrial se incrementó en los últimos años (3% en 2014) tiene una escasa fuerza laboral, consecuencia de su baja población, una tasa de desempleo de 10% (en descenso durante los últimos años) e inflación sostenida de 2.5% en los años fiscales de 2013 y 2014.

En materia social, esta demarcación enfrenta el reto del envejecimiento de su población, ya que más de la mitad de sus habitantes (cerca de 54%) tiene entre 25 y 54 años de edad, con una media de 32.1 años. Asimismo su tasa de migración neta es una de las diez más altas del mundo (9.94 en 2015) y la tercera del continente americano, sólo detrás de Islas Caimán y Anguila. Nueve de cada diez habitantes (92.2%) vive en áreas urbanas y una esperanza de vida al nacer de 79.69 años, cifra similar a la de Estados Unidos y más alta que México (75.65) por cuatro años. Asimismo, en los últimos años esta demarcación ha recibido a migrantes ilegales haitianos que huyen de los problemas económicos o sociales, en ocasiones se quedan en este territorio pero también es un lugar de tránsito para quienes buscan llegar a las Bahamas o Estados Unidos.

En materia de seguridad Turcos y Caicos se ha convertido en un punto de transferencia de envíos de narcóticos ilícitos provenientes de Sudamérica con destino a países de Europa y los Estados Unidos, además de la debilidad mencionada acerca del lavado de dinero. La defensa depende de las fuerzas armadas del Reino Unido. Cabe señalar que la colonia cuenta con ocho aeropuertos en su pequeño territorio, lo que facilita las comunicaciones al exterior. No obstante, es uno de los países a escala mundial con menores kilómetros de caminos terrestres, ya que únicamente cuenta 121 kilómetros de vías, de las cuales escasos 24 están pavimentados. Es decir, es la tercera cifra más baja en todo el continente, sólo detrás de San Pierre y Miquelón (117) y Saint Marteen (53). Otro riesgo latente en el archipiélago son los ciclones tropicales, situación que afecta en verano y parte de otoño a la dependencia.

Bajo estas condiciones Turcos y Caicos tuvo una serie de transformaciones en materia político y gubernamental, entre otras cabe destacar la suspensión de la Constitución y que el Gobernador (Representante de la Reina) dejara de presidir el Consejo Ejecutivo en 2009, para contar como normatividad la Regla Directa del Reino Unido. Estas reformas aún continúan en un territorio que aún es colonia de una metrópoli europea.

Pese a que no hay claridad acerca de una posible independencia de Turcos y Caicos, si bien eventualmente podría darse mantendrá vínculos muy estrechos con la Gran Bretaña, tal como sucede con otras excolonias del Caribe como Belice o Bahamas. Asimismo, Turcos y Caicos se ha posicionado como una potencia turística de gran lujo por la belleza de sus playas y su adaptación turística. Estos logros han mejorado la calidad de vida de sus habitantes aunque aún hay mucho por hacer.

       El autor es Doctor en Humanidades por la Universidad Latinoamericana.