Durante este año 2015 hubo algún desastre en China que cobró la vida de decenas de personas. Lo curioso es que, como nos hace notar el reportero Russell Goldman del periódico estadunidense New York Times, todos esos desastres fueron atribuidos al error humano.
En febrero 19, una estampida de gente que festejaba el año nuevo chino se aproximó a las orillas del río en Shangaí para presenciar un espectáculo de juegos pirotécnicos pero terminó en desastre porque 36 personas murieron aplastadas y 49 personas sufrieron lesiones.
Los policías declararon que no estaban preparados para recibir a más de 300 mil espectadores.
El 1 de junio en el río Yangtze, el barco Oriental Star se volcó atrapando a 440 personas dejando solamente 12 sobrevivientes que milagrosamente pudieron ser rescatadas entre el agua pantanosa.
Entre los sobrevivientes estaba el capitán del barco Zhang Shunwen quien fue arrestado por navegar la embarcación durante una fuerte tormenta además, la investigación reveló que el barco tampoco cumplía con protocolos de seguridad.
El 12 de agosto en el puerto de Tianjin, explotó una fábrica de químicos matando a 150 personas y dejando un saldo de 700 heridos por quemaduras. La mayoría de los heridos eran bomberos que trataban de contener el fuego.
La investigación arrojó que los químicos que manejaban en la bodega de la fábrica eran peligrosos por su contenido altamente volátil y tenían el mínimo de seguridad.
En noviembre 22 y en diciembre 16, se registraron dos explosiones en dos minas de carbón dejando un saldo de 41 personas muertas. Las explosiones fueron en la mina de Jixi y de Hengang, respectivamente.
Ambas explosiones se debieron a la falta de medidas de seguridad y de supervisiones de las autoridades de su funcionamiento además de que, en el caso de Jixi, hubo negligencia por parte de los dueños quienes tardaron más de 9 horas en reportar los accidentes.
El pasado domingo 20 de diciembre, decenas de personas —todavía sin cuantificar— fueron sepultadas en un mar de lodo y escombros al derrumbarse una ladera con 33 edificios en Shenzhen en China.
Este mega desastre es atribuido al “error humano” debido a la rápida industrialización de las ciudades y provincias de ese país que los lleva a obviar procedimientos de protección civil.
New York Times
oag