Queriendo y no los obispos de la Provincia Eclesiástica de Morelia, una de las diócesis que visitará el Papa Francisco en su gira de febrero del 2016 a territorio mexicano, ponen el dedo en la línea de fuego y abordan, a propósito de la gira papal, esos “pequeños” problemas o carencias que traen al país vuelto de cabeza, sumido en un profundo pozo de retraso, desconfianza y subdesarrollo. De todos destaca tres: la corrupción, las injusticias sociales y la falta de paz.

En la víspera de la celebración del Nacimiento de Jesús, el cardenal Alberto Suárez Inda y los Obispos que le acompañan de su tarea de dirigir a la Iglesia Católica de Michoacán, convocaron en su tradicional mensaje navideño a la reconciliación en la fe y en el perdón.

Frente a la próxima visita del Papa Francisco a México, compartieron asimismo la Carta Apostólica del Sumo Pontífice, quien invita al misericordia y a la solidaridad humana, y hace señalamientos que “nos atañen directamente”: la superación de la justicia; erradicar el grave pecado de la corrupción, y la conversión de las personas alejadas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida, incluyendo a los que pertenecen a algún grupo criminal.

En una misiva hecha llegar a las parroquias, los templos y las iglesias de Michoacán, la jerarquía católica comparte su alegría por la confirmación del viaje papal que incluye entre sus puntos a la capital del Estado, lo que es “un deseo personal del Santo Padre, por lo que nos merece un agradecimiento especial. Desde ahora ya le queremos decir con nuestra característica hospitalidad: ¡Bienvenido a su casa!”.

Junto con los obispos de Morelia, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Tacámbaro y Zamora, el cardenal pondera en la carta emitida con motivo de la celebración de la Navidad, el recorrido que realizará el actual Pontífice, donde el común denominador de esos viajes es el carácter pastoral de los mismos.

El Papa Francisco es el Sucesor de Pedro, y dondequiera que va lo hace como testigo de Cristo Resucitado, como el Apóstol que Cristo puso como Piedra fundamental de la Iglesia y como aquel que preside en la caridad a todas las Diócesis del mundo, según la hermosa expresión de San Policarpo de Esmirna, donde Jesús le encargó directamente: confirma en la fe a tus hermanos.

La Iglesia Católica, que pese al embate de las nuevas sectas y otras viejas religiones sigue siendo la que lleva mano en eso de las creencias y la fe, defiende que pese a todo, la visita Papal es un motivo para que los mexicanos estemos animados; para que, en la fe de Dios, salgamos y nos comprometamos a salir adelante de este momento difícil por el que atravesamos en México y en Michoacán.

Cual debe de ser, los jerarcas católicos de Morelia y Michoacán reconocen así el liderazgo del hombre que a lo largo de su camino ha priorizado la unidad y la comunión entre los pueblos y los hombres de toda religión, ideología y cultura.

Francisco I motiva a los católicos a la reconciliación y la paz; es, pues, uno de esos momentos que marcará nuestra historia; a la sociedad en general a comprometerse con el bien, los valores y las mejores tradiciones que tenemos los michoacanos.

En México, un país sumamente golpeado por la corrupción, el crimen organizado, la falta de transparencia y otros mil sinsabores político-sociales y económicos, se vivirá así el Año Jubilar de la Misericordia, proclamado en su momento por el Sumo Pontífice, con la invitación a saber perdonar como el Padre del Hijo Pródigo; a hacer a un lado la indiferencia y preocuparnos por el prójimo como el Buen Samaritano; a dejarnos conducir por el Buen Pastor que nos enseña a dar la vida por los demás como Él la entregó por nosotros.

Y hace esos señalamientos que nos atañen directamente: la superación de la justicia en dirección hacia la misericordia; erradicar el grave pecado de la corrupción, que clama al cielo; la conversión de las personas que están alejadas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida, incluyendo a los que pertenecen a algún grupo criminal”.

Al venir a Morelia, el Papa visitará la Provincia Eclesiástica que en su origen tuvo como primer Obispo a Don Vasco de Quiroga, quien se entregó a favor de los habitantes de estas tierras. Como Obispo de Roma, el Papa argentino invitará a todos los católicos a renovar la fe y el espíritu misionero; a salir a las periferias, a buscar y a rescatar a los alejados.