Es una victoria que la bandera de Iraq haya sido izada ayer lunes 28 de diciembre en el zócalo de la ciudad de Ramadi porque significa una derrota significativa sobre el Estado Islámico (ISIS).
ISIS tomó la ciudad iraquí hace aproximadamente siete meses y desde entonces, el ejército ha luchado por rescatarla y al fin lo lograron. Estados Unidos tuvo poca participación ya que la recuperación de la ciudad se realizó también sin el apoyo de la milicia chiita de Irán.
Se espera que en estos días la policía local así como las poblaciones sunitas locales ocupen la ciudad.
El presidente iraquí Haider al-Abadi dice que el ejército se enfocará en recuperar la ciudad iraquí de Mosul, también ocupada por yihadistas de ISIS, mientras que combatientes norteamericanos apoyan a fuerzas kurdas para recuperar la ciudad iraquí de Raqqa.
Es también una noticia positiva que se haya dado un gran golpe a ISIS con ayuda estadunidense y de los demás aliados sin desatar más guerra en el centro de la guerra.
Estados Unidos seguirá presionando para que el gobierno iraquí abra más espacios de representación en el gobierno porque fue precisamente esa ausencia la que ha generado que grupos rebeldes interpongan otras formas de hacer política.
The Washington Post oag