“Casi un cuarto de las embajadas estadunidenses en el mundo no tienen asignado un embajador”, reveló en un reportaje especial Walter F. Mondale publicado por el periódico The New York Times el pasado 29 de diciembre.

El problema no radica en una situación política sino administrativa ya que decenas de asignaciones diplomáticas han sido pospuestas por el senado norteamericano de forma innecesaria, señala el reportaje.

Algunas embajadas estratégicas como México, Noruega y Suecia, tampoco tienen embajador.

 

El caso de México

Roberta Jacobson fue designada embajadora para México desde el verano pasado y cuenta con el apoyo completo del gobierno mexicano pero su ratificación fue paradójicamente detenida por Marco Rubio, un senador republicano de origen cubano.

La embajada de México es estratégica por motivos de seguridad nacional para ambas naciones ya que compartimos la frontera norte además, somos un socio comercial muy importante para Washington y la puerta de entrada a América Latina.

Pero la ratificación de Jacobson, una persona que habla perfectamente el español y quien fue pieza clave en la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, sigue pendiente.

 

Los preocupantes casos de Noruega y Suecia

Según el reportaje, Noruega cumplirá dos años sin embajador estadunidense.

Noruega es un enclave geográfico, socio comercial principalmente de equipo militar y aliado político de los Estados Unidos ya que comparte una frontera de 196 kilómetros con Rusia, un actor internacional impredecible y altamente bélico. Además, Noruega es miembro de la organización militar del Tratado del Atlántico Norte y constantemente lleva a cabo prácticas militares con cooperación de Estados Unidos.

Vecino de Noruega es Suecia en donde también hace falta un embajador norteamericano. Esta omisión complica el panorama después de los atentados en Paris ya que muchas células terroristas se han alojado al norte de Europa lo que significa una amenaza patente.

Los embajadores además de sus funciones diplomáticas también pueden coordinar esfuerzos de inteligencia en conjunto con el país receptor por lo que estos dos países no están siendo cubiertos en materia de seguridad.

Pero el senado todavía no ha decidido sobre la ratificación de los embajadores Azita Raji para Suecia ni de Samuel D. Heins para Noruega.

Desde el punto de vista del periodista Mondale, los embajadores son piezas clave de las que debería depender parte de la seguridad nacional de los Estados Unidos para seguir promoviendo la cooperación internacional.

 

The New York Times
oag