Entrevista a Juan Salgado | Profesor e investigador del CIDE | Exclusiva Siempre!
Políticamente hablando es un paso muy acertado para la administración federal porque está enmendando una de las vergüenzas más grandes que ha pasado, que es la fuga del penal de máxima seguridad, El Altiplano I, de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, hace poco más de seis meses. Políticamente hablando les dará un respiro en todos estos problemas de desprestigio que han tenido en los últimos meses.
Sin embargo, más allá de eso no hay que dejarnos llevar por la cortina de humo que hay en torno a si los actores —Sean Penn y Kate del Castillo— involucrados en el video del narcotraficante son o no son culpables; tampoco por todo el ánimo triunfalista de parte del gobierno federal. Hay dos temas sustantivos que quedaron pendientes tras la fuga del Chapo: una reforma penitenciaria a fondo, tener elementos de control sobre las áreas de custodia y control de los centros penitenciarios de máxima seguridad, que fueron las que fallaron y las que permitieron sin duda alguna que el escape sucediera y, asimismo, tener por primera vez ligamientos sólidos de política penitenciaria que permitan evitar no sólo estos escapes sino también el cumplimiento de derechos de los internos, la vigilancia de vida de las personas que están ahí, etc.; todo eso no se resuelve con la captura de Joaquín Guzmán, expresa Juan Salgado Ibarra, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Atrapar a un capo no resuelve el problema
El otro tema “es tener políticas públicas de combate al narcotráfico más integrales y que como programa indicador del combate al narcotráfico no sea atrapar a un capo o no, ya que en los últimos 20 años lo que se ha demostrado en términos de experiencia de combate al narcotráfico es que atrapar a un capo no resuelve el problema, al contrario, lo agrava por las divisiones internas que puede haber en un cártel, por el surgimiento de algunas facciones, incluso de tipo milicia que puede surgir a partir de la escisión de los cárteles, como pueden ser Los Zetas, Los Rojos, Los Pelones; por ejemplo, el cártel de Sinaloa sigue operando porque tienen al Mayo Zambada, tienen a otros operadores que siguen a cargo del negocio, por eso desafortunadamente la captura del Chapo no termina con este negocio tan ilegal como lucrativo, realmente estos dos pendientes macro no se resuelven con la captura de Joaquín Guzmán Loera, y aun así tenemos muchísimas más interrogantes que debemos solventar sobre todo en términos de tener un sistema de justicia e instituciones sólidas ante la llegada de la reforma procesal penal en poco menos de medio año”, señala Salgado Ibarra.
“Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”: EPN. Así dio a conocer el presidente de la república, a través de su cuenta de Twitter, la noticia de la recaptura del líder del cártel de Sinaloa.
Hay que recordar que Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo Guzmán, cabeza del Cártel de Sinaloa, se fugó del Penal Federal del Altiplano I, en Almoloya de Juárez, Estado de México, el sábado 11 de julio de 2015. Guzmán Loera había sido ingresado al penal de máxima seguridad el 22 de febrero de 2014, luego de que fuera capturado tras evadirse 13 años antes del penal de Puente Grande, en Jalisco.
Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de México (UNAM), profesor de la División de Estudios Jurídicos del CIDE, maestro en Derechos Humanos por la Universidad de Essex, Inglaterra, Juan Salgado explica a Siempre! que la recaptura de el Chapo Guzmán es una muy buena noticia tanto para Enrique Peña Nieto como para el gobierno federal. Las palabras “misión cumplida” las vimos en los principales diarios del mundo, porque evidentemente le dieron al presidente la posibilidad de dar la primicia a través de un mensaje, de un tuit, y eso fue reflejado en los medios internacionales y nacionales, esto lo que deja ver es que está colgándose una medalla, está aprovechando este momento después de una crisis de credibilidad, de confianza, de su caída en los niveles de aceptación pública a partir de distintos fenómenos que van desde la situación económica, que no necesariamente es culpa de su administración, porque hay distintos fenómenos internacionales que lo llevan a ello, las fallas de investigación respecto a la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa, hasta los distintos escándalos de corrupción en los que se ha visto involucrado tanto él como algunos miembros de su gabinete, etc., que han golpeado bastante a la administración federal y que esta noticia sin duda les da un respiro, les permite levantar un poco la mira y los recupera un poco de esta muy mala imagen.
Triunfalismo
No obstante, la actitud del gobierno federal le parece al doctor Salgado demasiado triunfalista, cuando “simplemente se está corrigiendo un error, se está haciendo algo que si bien lo prometió y lo cumplió, no hay que olvidar que fue una de las fugas más vergonzosas y escandalosas en la trayectoria criminológica mexicana, entonces si bien tenemos un acierto en que lo hayan atrapado, la verdad es que hay tantos pendientes que más que celebrar hay que trabajar en lo que falta por delante y hay apenas dos años para hacerlo”.
En este sentido, agrega que uno de los más grandes pendientes es trabajar en acciones de combate al narcotráfico que no dañen a la ciudadanía y que sean efectivas contra las organizaciones delictivas, como ya lo había mencionado, “tanto los decomisos de drogas como de dinero en efectivo como las detenciones de capos no han resuelto el problema y sí han causado una enorme cantidad de desaparecidos, de personas muertas, de violaciones a los derechos humanos por distintas autoridades, y tal vez es momento de pensar en cambiar la estrategia. En otros países, la inteligencia financiera, la capacidad de los distintos mecanismos que tiene el Estado para seguir el lavado de dinero, para seguir a las instituciones lícitas que utilizan los recursos que provienen de la delincuencia organizada tanto en el ámbito financiero como en el ámbito comercial han ayudado a poner límites a la delincuencia organizada”.
El doctor en Ciencia Política manifiesta su opinión sobre la presunta relación entre el Chapo, la actriz Kate del Castillo y el actor Sean Penn: “me parece muy desafortunada, sin duda alguna, pero se está llevando la discusión a un ámbito que es completamente ajeno al gran tema que es: ¿qué haremos con nuestras instituciones penitenciarias?, que es en donde está la gran falla que permitió la fuga del Chapo: ¿qué haremos con nuestro sistema de justicia? En este año tan crucial para la justicia penal en México, ¿qué haremos con la reforma policial? Todo esto que estaba pendiente se está perdiendo en una discusión de grandes estrellas de Hollywood, tenemos discusiones también secundarias sobre si se va a extraditar o no al Chapo; ésta es una discusión sin duda alguna jurídicamente relevante, pero más allá de eso debemos tener claridad de que el tema de fondo es la reforma sustantiva de nuestras instituciones que permita que sean más confiables y más eficientes”.
Televisa, igual que en el caso Cassez
Desafortunadamente, es una pena que “haya tenido Televisa la exclusiva sobre la presentación de todas estas imágenes, sobre todo refiriéndome a la detención, evidentemente ya en internet han circulado y difundido más imágenes y videos, pero todo este reportaje que hizo Carlos Loret de Mola, con elementos de la Marina que lo fueron llevando paso por paso dentro de estas instalaciones del departamento en Los Mochis es sumamente lamentable que haya sucedido así, porque tenemos una experiencia bastante reciente y dolorosa al respecto, que es el montaje que hubo en torno a la detención de Florence Cassez y en el cual estuvo involucrada activamente Televisa; me parece que ni Televisa ni el gobierno deberían permitir que esto suceda nuevamente, en primer lugar porque estamos en una zona del delito y la escena del delito en el nuevo sistema procesal penal debe resguardarse porque todos los indicios que hay ahí son piezas clave para convertirse eventualmente en evidencia, que es el motor del nuevo sistema procesal penal y que es lo que permite que el sistema de juicios orales funcione; en ese sentido no hay manera de que no se contamine la evidencia, los indicios, metiendo cámaras, metiendo periodistas y haciendo todo esto que, perdón por llamarlo así, pero es un show”.
Por lo tanto, afirma el académico del CIDE, “lamentablemente volvieron a incurrir en este tipo de mediatización de los operativos, no hemos aprendido una lección muy importante que debe venir con la gran reforma penal que estamos viviendo en México y es, precisamente, no sacar a los medios una escena del delito como se hizo de manera tan irresponsable en este caso y como se ha hecho en muchos otros, no presentar a personas que todavía no están sentenciadas y no hacer juicios mediáticos, esto es algo muy grave porque afecta los derechos procesales de los indiciados y vicia y sesga la opinión pública. Pero también en alguna medida, por supuesto, puede incluso sesgar el proceso judicial el tener a los medios de comunicación involucrados de una manera tan burda… entonces si de verdad se quiere que el sistema de justicia funcione se debe dar la seriedad al trabajo pericial que debe tener y, perdón, pero las autoridades que permitieron que entrara Televisa a filmar estas escenas no están tomando en serio el resguardo de la escena del delito”.
Por otra parte, Salgado Ibarra expresa su opinión sobre las marchas a favor del Chapo que se llevan a cabo en Sinaloa, un tema que llama la atención en la opinión pública y que para el académico ”es una situación muy lamentable de cultura de la ilegalidad, en la cual se está viendo que ya no sólo son los narcocorridos y otras cuestiones de cultura popular sino que, cuando un delincuente se involucra en realizar obra pública, en suplir las fallas del Estado en el ámbito local, evidentemente está comprando apoyo popular, estamos en una situación muy peligrosa en la cual se vuelve aspiracional ir por esta vía, y en ese sentido hay que actuar por varios frentes. Por una parte, aunque sea largo y aunque ya sea casi un cliché, pero no hay que dejar de lado la prevención social, y en ese sentido trabajar en campañas educativas”.
La “silla de pensar”
La otra parte es trabajar muy sólidamente en la parte penal, que se lleve a cabo la extradición es un proceso administrativo, es un proceso judicial, entonces, que todos los procesos sean llevados a cabo con transparencia, que haya debido proceso a lo largo de todas las etapas, que se cumpla además con las garantías de todos los involucrados, pero también un paso muy importante es hacernos conscientes; yo fui a una primaria Montessori y cuando se hacía algo malo nos mandaban a la silla de pensar, en donde nos sentábamos a reflexionar sobre lo que hicimos mal y luego regresar al grupo y explicar qué hicimos mal, ofrecer una disculpa y decir cómo lo íbamos a corregir, por lo tanto es momento de que nuestras autoridades vayan a la silla de pensar, de que se sienten, porque el gobierno no ha ofrecido plenamente una disculpa de lo que sucedió con la fuga del Chapo; no nos han dado todavía cuenta debida de qué pasó, cómo pasó y por qué pasó, no tanto si el túnel tenía un kilómetro y medio de largo sino cosas más allá de las cuestiones técnicas. Lo que a mí me interesa saber es cómo, si el Altiplano fue certificado por la Asociación Americana de Correccionales e invirtió en sistemas de monitoreo específicos para áreas periféricas, que tuvo tanta inversión para que no se fugaran, cómo es que sucedió, eso no lo han dicho y todo eso puede tener una respuesta muy sencilla, que hubo un trabajo de corrupción interna, pero esa historia falta que la cuente todavía la administración. Y finalmente, otro gran pendiente es que digan cómo o qué pasos seguirán para solucionarlo, con esos tres puntos de la “silla de pensar” podríamos estar celebrando ya un poco más, ahora sí en serio, es decir, no sólo celebrar la captura sino celebrar que aprendimos de un error tan feo” como fue la fuga del Chapo Guzmán.