El estado norteamericano de Iowa dio a los migrantes y demás comunidades minoritarias, la primera pequeña, muy pequeña venganza contra el magnate de la discriminación, Donald Trump; y ha sido un senador de origen cubano, con un apellido bien bien latino, Ted Cruz, el que le cerró el paso al agresivo gringo republicano.

Si bien es cierto que el legislador obtuvo el triunfo en la ronda primaria de Iowa, también lo es que la diferencia fue mínima. Ted Cruz sólo obtuvo el 28 por ciento de los votos totales, aunque siempre estuvo a la cabeza.

Además de ser la sede donde se protagonizó el primero 1-0 contra el magnate de las discriminaciones y los comentarios fuera de lugar que gusta de protagonizar, Iowa se coronó también por sus altos niveles de participación ciudadana en las mil 681 asambleas que integran dicho estado.

Contrario a lo que pudiera pensarse, el incremento en la afluencia de votantes se debe al aumento en el número de nuevos electores y no a más gente convencida de participar; el porcentaje de nuevos ciudadanos con poder de elegir, subió en un diez por ciento, comparado a la última elección registrada.

Hillary Clinton estuvo a punto de convertirse en la reina de la noche para romper así las malas vibras de quienes afirman que entre los demócratas crecen las diferencias internas casi tanto como el virus del zika.

Y es que, aunque los números le otorgan un empate técnico con el senador del ala socialista, Bernie Sanders, a la Hillary no le alcanza para consolidar el inicio de su campaña; aunque es cierto que ambos necesitarían, en un dado momento, demostrar que tienen el respaldo de todos los demócratas.

El que fue borrado del mapa electoral, lamentablemente, fue Martin O’Malley, exgobernador del estado de Maryland, quien de hecho decidió retirarse de la contienda comicial luego de que no alcanzó ni siquiera el uno por ciento de las simpatías y los sufragios.

Xenofóbico y ególatra como es, Donald Trump, Donald Trump ni cuenta se dio de dónde le llegó el primer golpe en el ring electoral, pero ya lo recibió.

El empresario que abandera a los republicanos, sin embargo, tiene confianza en triunfar este martes en New Hampshire, Nueva Inglaterra, donde es favorito entre los votantes.

Ahí, la Hillary tiene poca oportunidad frente a Sanders, según los especialistas que han seguido de cerca las precampañas de los aspirantes a dirigir los rumbos de la otrora nación más poderosa del mundo.

Por lo pronto al megamagnate discriminador, le tocó el primer golpe y lo recibió de un derechazo de origen latino. Sólo hay que recordar que el que pega primero, pega dos veces.