“Ojos que no ven, corazón que no siente: muertes de prisioneros en Siria” es el título del informe A/HRC/31/CRP.1 publicado hace un mes por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el que declara que el gobierno sirio es responsable por crímenes en contra de la humanidad y crímenes de guerra.

Basada en 621 testimonios, la Comisión concluye que los prisioneros en detención por parte de las instituciones del gobierno, como la milicia y otras policías, sufrieron violencia sexual, diversos tipos de tortura, encarcelamiento sin juicio, privaciones ilegales de la libertad, desapariciones forzadas y otros actos inhumanos desde marzo de 2011 a noviembre 2015.

Según el Estatuto de Roma de 1998, el instrumento jurídico que da origen a la Corte Penal Internacional, los crímenes de lesa humanidad o crímenes en contra de la humanidad son nueve, a saber: asesinato, exterminio (genocidio), esclavitud, deportación o traslado forzoso, encarcelamiento, tortura, persecución, desaparición forzada, crimen de apartheid. Los crímenes de guerra hacen referencia a los malos tratos perpetrados en contra de todos los prisioneros de guerra.

La Corte Penal Internacional es un organismo supranacional autónoma y tiene su sede en la ciudad de La Haya en los Países Bajos; no debe confundirse con Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas.

Actualmente la Corte Penal Internacional estudia los casos de Uganda, Congo, República Centroafricana, Darfur (Sudán), Kenia, Libia, Costa de Marfil, Mali y Georgia. Y está en proceso de ingresar los casos de Afganistán, Colombia, Nigeria, Guinea, Irak, Ucrania y Palestina.

Al ser declarado el gobierno sirio como responsable de crímenes de lesa humanidad, la Corte Penal Internacional podría atraer el caso en contra de varios mandatarios del gobierno de Bashar al Assad incluido él mismo.

ONU centro de noticias/International Criminal Court
oag