Entrevista a Arturo González y Sánchez | Diplomático y académico | Exclusiva Siempre!

quote Si nos seguimos fragmentando, seguiremos perdiendo peso geopolítico en el mundo.

 

Ante los embates de la recesión económica mundial auspiciada por la caída de los precios del petróleo y la crisis de los regímenes de izquierda en América del Sur, los países tienden a tomar decisiones en conjunto, con excepción de América Latina, que es el único bloque geopolítico global que está disperso en variados mecanismos de integración económica regional.

Europa está unida desde 1951; Asia en la Asociación Económica del Sudeste Asiático desde 1967, y África desde 1963 a través de la Unión Africana.

El primer acuerdo de integración pudo haber sido la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio 1960, que se convirtió en la Asociación Latinoamericana de Integración en 1980.

Pero al mismo tiempo surgió el Mercado Común Centroamericano en 1960 y poco después Comunidad del Caribe 1963. Los países andinos no se rezagaron al firmar el Pacto Andino en 1969 que se perfeccionó en la Comunidad Andina de Naciones en 1996.

Brasil impulsaría en 1991 el Mercado Común del Sur y México aceptaría las condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Ese mismo año, el presidente estadunidense Bill Clinton propone la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) pero fue visto como un proyecto “imperialista” y el comandante Hugo Chávez creó la antítesis de ese mecanismo llamada la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba).

Y el acuerdo más reciente es la Alianza Transpacífico de 2015 heredero del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico de 1989.

 

No logramos integrarnos

“América Latina infelizmente no ha logrado una integración económica regional en sí. Desde 1960 hemos caminado hacia una fragmentación que se expresa en que actualmente hay de seis a siete mecanismos de integración regionales”, explica en exclusiva para Siempre!, el diplomático de carrera, académico del Centro de Investigaciones de América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México y profesor de la Universidad Iberoamericana Arturo González y Sánchez.

¿Cómo surge la fragmentación?

En 1960 la región también tuvo una enorme escisión política e ideológica con el surgimiento de la Revolución Cubana que se asoció con todo el bloque socialista. Eso rompió aún más la cierta unidad que traía la región durante todo el siglo XX y parte del XIX. Con base en ello, los países ya no se acercaron sino que se alejaron. Antes de llegar a 1980 ya había comenzado la fragmentación con el Pacto Andino, luego el Mercosur y el TLCAN.

Cuba-EU, una nueva opción

¿Sigue viva la doctrina Monroe de “América para los americanos”?

El Alba de Hugo Chávez fue una respuesta política e ideológica al ALCA propuesto por Bill Clinton. Pero resulta que el 17 de diciembre del año pasado Raúl Castro y el presidente Obama fumaron la pipa de la paz, por lo que en ese momento se abre una nueva opción para regresar a la antigua integración ALCA, y Estados Unidos vuelve a abrir el debate de la primera reunión panamericana de 1889 que dio origen a la Organización de Estados Americanos que sigue viva.

Claro que Estados Unidos sigue impulsando la doctrina Monroe; ellos no han quitado el dedo del renglón sobre ese tipo de integración,000 como lo propuso John F. Kennedy en 1961, Ronald Reagan en 1989, como lo propone ahora Barack Obama, en la pasada reunión en Panamá del 2 de febrero, al hacer el mismo llamado que Simón Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826.

¿Qué sigue después de las crisis de los regímenes de izquierda en América Latina?

Desde que somos Estados-nación, después de las independencias, hemos intentado de alguna manera asociarnos de forma económica y política para ser una región que tenga mayor peso pero infortunadamente la región misma no ha dado muestras de gran solidaridad ni voluntad política para hacerlo.

Van a convivir varios sistemas pero en lugar de que tengamos un Bruselas, como Europa, en donde se concentran todos los intereses de la región, tenemos varios Bruselas. Tenemos un Bruselas en Montevideo donde está la Asociación Latinoamericana de Integración y Mercosur, tenemos otro en Lima donde está el Pacto Andino, y otros más en América Central y el Caribe.

Es decir, no hemos logrado una integración latinoamericana ni la solidaridad para hacerle frente a la llamada globalización que estamos enfrentando y, por lo tanto, corremos el riesgo de que si nos seguimos fragmentando, seguiremos perdiendo peso geopolítico en el mundo.

@ophelyas