Después de casi seis meses de intensos bombardeos en Siria, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que comenzaría a retirar tropas a partir del martes 15 de marzo.
Al terminar una reunión con legisladores, el presidente ruso anunció en cadena nacional que “espera que esta decisión contribuya a elevar el nivel de confianza entre las partes involucradas en el acuerdo de paz y que contribuya a conseguir una resolución pacífica en la agenda sobre Siria”.
El presidente Putin también aseveró que mantendría sus bases navales y militares en Siria pero que cesaría el fuego para permitir que la diplomacia entre a negociar.
Este anuncio ha sorprendido al mundo y se da simultáneamente cuando el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, sostiene pláticas de paz con el gobierno sirio de Bashar Al Assad en Ginebra, Suiza.
El presidente Putin se comunicó por teléfono directamente a Suiza con el presidente sirio Assad para notificarle personalmente la decisión.
Rusia decidió desplegar sus tropas aéreas el 30 de septiembre del año pasado, una
decisión que enfrentó —por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial— a dos exenemigos de la Guerra Fría en las mismas misiones de combate aéreas en un mismo territorio.
Estados Unidos ha bombardeado Siria desde el inicio del conflicto en busca de células terroristas del Estado Islámico pero Rusia incursiona en Siria por dos razones: en apoyo al presidente Assad, quien públicamente pidió su ayuda en septiembre del año pasado y en apoyo a la persecución internacional del Estado Islámico.
Pese a lo anterior, la agenda de política exterior de Rusia en Siria le ha conseguido muchos más enemigos ya que devino en un serio conflicto diplomático con la Unión Europea, especialmente con Turquía, cuando Rusia comprobó los lazos de amistad entre el Estado Islámico y la milicia turca después de que la fuerza aérea rusa derribara un avión caza y posteriormente, permitiera el asesinato de uno de los pilotos rusos de esa aeronave.
Esta salida diplomática de Rusia de Siria funda las bases de la paz ante la incursión de las grandes potencias militares en la guerra civil que se libra en Siria y que hasta ahora, ha cobrado la vida de más de 300 mil personas y ha desplazado a casi 12 millones de refugiados, la mitad de ellos, hacia Europa.
La pregunta está en el aire, ¿cuándo se retirarán las otras potencias de Siria?
El origen del conflicto
La guerra que se libra en Siria tiene un origen político-religioso ya que la familia en el poder, los alawitas, son del islam chií, quienes forman apenas un 13% del total de la población siria que es en su mayoría, suní, otra rama del Islam.
Al parecer la secta alawita, a la que pertenece el actual presidente Assad, dominaba casi todos los servicios del gobiernos motivo por el cual surgieron muchos grupos opositores, quienes sufrieron fuertes represiones del gobierno.
El problema escaló cuando los aliados de estas fuerzas opositoras incursionaron militarmente en Siria. Actualmente, se encuentran dentro de Siria Estados Unidos, Turquía, el Reino Unido, Turquía, Arabia Saudí y Catar.
Con información de The Wahington Post, BBC y Reuters/oag