La crisis se ahonda cada vez más en un país que hasta hace poco era símbolo de éxito.
Luego de multitudinarias manifestaciones este fin de semana en contra de la presidenta Dilma Roussef, hoy el diario O´Globo aseguró que Ignacio Lula da Silva habría aceptado ser ministro del actual gobierno para protegerse de una investigación por lavado de dinero por el caso Petrobras.
Lula, considerado un líder histórico en Brasil ve asombrado que su popularidad ha caído a tal grado que luego de la información de que formaría parte del gobierno de Rouseff, el principal índice de la Bolsa de Brasil Bovespa cayó casi 4 por ciento y el real se debilitó un 2 por ciento frente al dólar.
De acuerdo a el diario El País este movimiento político permitiría a Da Silva conseguir por un lado, protección frente a las acusaciones del fiscal del caso Petrobras, Sergio Moro y por otro, negociar con los legisladores que buscan la destitución parlamentaria de la presidenta Rouseff dentro de dos meses.
La mandataria brasileña requiere del apoyo de 171diputados para bloquear el proceso de destitución parlamentaria que se desarrolla en este mes, y sólo una figura como la de Lula da Silva, sería capaz de convencerlos.
El riesgo que corre, es que se le considere culpable y evitar que se nomine como candidato a la presidencia para 2018, como ya lo había anunciado.