Nadie quiere arriesgar. Las grandes potencias en armamento llevan el ego por delante y la amenaza  detrás del telón. En realidad, el hecho de si el presidente de México, Enrique Peña Nieto, asiste o no –que sí lo hará- a esta vigilada reunión en Washington no tiene importancia, no tiene relevancia y tampoco interés público. Aún así, el jefe del Poder Ejecutivo Federal dice llevar agenda.
Caso contrario es el del mandatario chino, Xi Jinping, quien durante una visita diplomática a la República Checa, confirmó su asistencia a la IV Cumbre de Seguridad Nuclear, a pesar de las tensiones provocadas por las actividades nucleares de Corea del Norte.
Jinping es intolerante, explosivo y soberbio; sin embargo puede llegar a convertirse en el mandatario que  en esta Cumbre equilibre las decisiones diplomáticas en materia de producción, acopio y uso de armas nucleares para evitar que éstas lleguen a manos de grupos terroristas, que tiene como anfitrión al presidente Barack Obama.
Ésta será la segunda cumbre nuclear a la que asiste Xi desde que llegó a la presidencia china hace tres años y su segundo viaje a Estados Unidos en los pasados doce meses, según subrayó el viceministro de Exteriores chino, Li Baodong, citaron medios internacionales.
En ella, Xi “enviará un mensaje firme y positivo” sobre el compromiso de China con la seguridad nuclear, dijo Li, y abogará por “lograr un consenso internacional para hacer frente a amenazas nucleares, lograr cooperación internacional en materia de seguridad nuclear y crear una cultura común al respecto”, apuntó.
El sábado, la Autoridad de Energía Atómica china (AEA) anunció que, por primera vez, Pekín ha reemplazado el núcleo de un reactor de uranio altamente enriquecido por uno de bajo enriquecimiento, por lo que no serviría para una bomba atómica, gracias a la cooperación entre China y EEUU en seguridad nuclear.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, estará sin duda en Washington donde se reunirá con sus homólogos de EEUU, China y Japón, para abordar el problema nuclear generado por su antagónica Corea del Norte.
En la Cumbre de Seguridad Nuclear, los países asistentes abordarán el cuarto ensayo nuclear y el lanzamiento de un cohete de largo alcance protagonizado por el régimen de Kim Jong Un a principios de año.
Además, se prevé que los jefes de Estado y de gobierno adopten un comunicado conjunto y cinco planes de acción para fortalecer la labor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Interpol, la Iniciativa Global contra el Terrorismo Nuclear y la Asociación Global para la no Proliferación de Materiales y Armas de Destrucción en Masa (AG8).
Se estima que esta vez podrán lograr resultados concretos, pues por primera vez desde estas provocaciones, Park Geun Hye, Barack Obama, Xi Jinping y Shinzo Abe se sentarán en la misma mesa para intercambiar opiniones y abordar propuestas.
Posteriormente, la jefa de Estado mantendrá cumbres consecutivas con cada uno de los líderes mencionados, al tiempo que celebrará otra reunión trilateral con los mandatarios de Washington y Tokio y luego de concluidas sus actividades, partirá a México donde sostendrá una visita de Estado.
Otro de los líderes poderosos de los que se espera un mensaje contundente es Barack Obama.
El presidente estadounidense llega avante a esta cumbre y acaba de anotar un punto a su favor con su visita a Cuba; ha ganado de igual forma la simpatía de otras naciones autollamadas socialistas, con su actitud en todos los rubros durante su estancia en la isla caribeña. Aquí entra China y Rusia, ambas afectas a la conservación de campos nucleares.
Rusia no asiste a la Cumbre Nuclear. Japón e India sí estarán presentes y no se descartan discusiones fuertes entre las naciones poderosamente económicas y de armamento, pero también están contempladas intervenciones medianas como la de México y Argentina, con discursos apegados a las teorías de la diplomacia, no así, para abordar el descontrol que hay por la producción mundial de este tipo de armamento.
Empero, sin duda el principal tema para la reflexión, acción y tareas emergentes es la de buscar, más allá del tema nuclear, el ponerle un alto a los grupos extremistas que se han hecho sentir con decenas de muertes y atentados explosivos en los últimos meses. Esa, va a ser la decisión la contundente que habrán de tomar los líderes políticos del mundo.