Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución

Adriana Cortés Koloffon

La conmemoración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución produjeron una vasta bibliografía. Destaco las publicaciones de la editorial Jus en colaboración con la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Instituto Nacional de Bellas Artes: El edén subvertido, poemas de la Revolución Mexicana (prólogo y selección de de Miguel Capistrán y Pavel Granados); El apóstol y otros cuentos de la Revolución (prólogo y selección de Felipe Garrido); El periodismo durante la guerra de Independencia y Las fiestas patrias en la narrativa nacional, ambos títulos con prólogo y selección de Emmanuel Carballo.

La Dirección de Literatura de la unam publicó diez Materiales de lectura: cuentos, un prólogo de Alejandro Toledo y una noticia restricta del cuento de la Revolución, de Edmundo Valadés, dentro de un estuche conmemorativo. Cada Material de lectura está ilustrado con reproducciones de grabados de José Guadalupe Posada. Si bien Valadés sostiene que el cuento inspirado en la Revolución se limita a recoger “sin imaginación, poderío, ingenio o malicia descriptivos”, las anécdotas del movimiento, reconoce que su aportación a las letras mexicanas de las primeras décadas del siglo xx —influenciada por las corrientes francesas del modernismo y el simbolismo— consistió en dar “aire a la libertad de expresión idiomática”. Palabras como achicopalarse, alebrestado, calzonudos, fuímonos y cuatacho, forman parte del vocabulario que impregna la novela y la cuentística de la Revolución; así puede constatarse en los cuentos de los autores publicados en la colección Material de lectura, entre otros: Rafael Muñoz; Carmen Báez, de quien se rescata “El hijo de la tiznada” semejante a los relatos de Nellie Campobello —una de las más prominentes escritoras de cuentos de la Revolución— en cuanto a que narra las historias bajo la óptica de la infancia; José Vasconcelos; Martín Luis Guzmán y Julio Torri, de quienes se incluyen “El fusilado”, “La fiesta de las balas” y “De fusilamientos”, respectivamente.

Entre los escritores que contiene la antología El apóstol (…), menciono a los siguientes: Ricardo Flores Magón, Ramón Rubín, Dr. Atl, Nellie Campobello y José Alvarado. En El edén subvertido conviven poemas y prosas poéticas de autores tan distintos como Ramón López Velarde, Manuel Maples Arce, Efraín Cosío Villegas, Laura Méndez de Cuenca y Margarito Ledesma. En Las fiestas patrias en la narrativa nacional, Carballo hace un recuento de la ceremonia del Grito, a lo largo de nuestra historia; la cronología precede a las crónicas y relatos de Fernández de Lizardi, Ignacio Manuel Altamirano, Guillermo Prieto, Ángel de Campo y Federico Gamboa, entre otros autores, cuyos textos fueron compilados asimismo por el crítico. El extenso prólogo —también de Carballo— de El periodismo durante la Guerra de Independencia da cuenta de los tipos de prensa que existían entre 1811 y 1821: la realista, la independiente; la insurgente; la iturbidista; y la antecedente de todas ellas representada por el Diario de México. La antología recoge, además, textos escritos entre 1811 y 1821, y fichas bibliográficas de periodistas nacidos entre 1757 y 1788.

Por su valor literario, los cuentos, poemas y textos periodísticos rescatados en estas publicaciones seguirán conmemorando nuestra Independencia y Revolución aun en años posteriores al 2010.