Hay cosas y acciones que el mundo entero debería repetir y emular al cansancio. Una de ellas es la banda de motociclistas que se encargan de recorrer la Unión Americana para proteger a niños que han sido víctimas de abuso de todo tipo.

La organización sin fines de lucro, integrada por una treintena de corpulentos angelotes, lleva por nombre “Motociclistas Contra El Maltrato De Niños”, BACA por sus siglas en inglés, y pareciera un clan de los tipos más duros que cualquiera puede encontrarse.

El video que expone la vida y obra de estos atemorizantes sujetos, que no dudan en dejarse pintar el rostro de mariposas rosas cuando alguno de estos pequeños así lo pide, se ha vuelto viral en las redes sociales.

El lado blando de los motociclistas trepados en tremendas máquinas de acero, las clásicas Harley con pegatinas de Kitty, es contando con lujo de detalles.

Ellos andan en distintas partes del territorio norteamericano, llegan a California y lograr el rescate de pequeños obligados, por ejemplo, a testificar en contra de sus agresores; ellos hacen posible que los niños superen la difícil prueba de vida y levanten su dedito índice para decir “fue él (ella)”.

https://www.youtube.com/watch?v=hLIyUfsDyeE

Tombstone, como se conoce al líder de la banda, explica que la misión que se han marcado en el grupo es simplemente “Proteger a niños que han sido víctimas de abusos (quisiéramos ya no tener más trabajo, pero sabemos que eso es casi imposible”, refiere ante la triste realidad que viven miles de niños norteamericanos y de otras partes del mundo; la infancia hoy en día, enfrenta uno de sus momentos más difíciles.

El hombre de pelo largo, bigote y barba, de chaleco de cuero, lentes oscuros y casco guerrero, resume su trabajo en una sola frase: “Nos paramos frente a ellos y los defendemos”.

Y el efecto que logran es indescriptible; esos pequeños, aterrorizados por lo que han vivido, negados a salir de sus hogares, a regresar a la escuela o a los juegos, conocen a sus héroes y saben, a partir de ese momento, que ya no están solos.

Los motociclistas llevan a los niños al frente, se paran frente a ellos, los hacen sentir la seguridad de su protección, les dicen que ahí están, que se concentren en cada motociclista y que señalen a quien los dañó.

Los miembros de BACA no hacen nada contra el delincuente, no nos toca”; se limitan a hacerle saber al pequeño que está a salvo con ellos, que tienen sus propios y aguerridos guardaespaldas, que los escoltarán al tribunal, a la terapia o a la escuela, incluso, si llegan a tener una pesadilla, les pueden marcar a y en poco tiempo, el rugir de las motos les hará saber que ahí están.

Cuando llegan a un hogar donde un pequeño acabase de sufrir alguna pesadilla, los motociclistas forman una gran fila alrededor de la vivienda y blindan al menor; “les decimos que somos más malos que sus demonios, que nos tienen a nosotros, que no necesitan tener miedo, les damos seguridad y poder”.

BACA es una organización civil exigente con sus propios miembros; antes de permitir nuevos ingresos, los aspirantes deben cursar un año de enfrentamientos y ser objeto de una concienzuda investigación por parte del Departamento de Justicia y el mismo FBI; cualquier abuso, por pequeño que sea, los deja fuera de la organización. Imaginen ustedes lo que podrían hacer en México. Magia pura.