Este miércoles se anunció la conformación del Frente Nacional por la Familia (FNF), que señalan, tiene como objetivo dar respuesta a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto de modificar la Constitución y el Código Civil para reconocer las uniones entre personas del mismo sexo.
Estas otras voces son aglutinadas en más de mil organismos de la sociedad civil organizada de todo el país, que se dicen, “trabajan a favor de la Familia”. Claro que no son asociaciones ajenas a la Iglesia Católica, que ha fijado su postura en contra de esta permisión legal.
Desde la discusión del tema del aborto, no se había polarizado tanto un tópico en el que por un lado se señala el combate a la discriminación y por el otro, la defensa de la familia como institución y pilar de una sociedad.
Ni la legalización de la marihuana logró dividir radicalmente opiniones. Sin embargo el problema aquí es que las personas han dejado de ser parte de una sociedad y se han convertido en grupúsculos sectoriales que de facto se autosegregan y se autodiscriminan.
El mismo valor tiene una persona homosexual que una heterosexual; un ama de casa y un padre de familia; los mismos derechos tiene un hombre que una mujer y la misma protección debe tener un niño que un adulto mayor; es por eso que el problema no debe ser social, sino de autorespeto y respeto a los derechos humanos de cada persona.
No obstante, para Consuelo Mendoza, presidenta de la Unión Nacional de Padres de Familia, “esta iniciativa contiene una fuerte carga ideológica que pretende imponer a nuestros niños y jóvenes; se aleja de la defensa de los derechos humanos y especialmente el de los padres a ser los primeros y principales educadores de sus hijos”.
Junto con representantes de otras organizaciones, hicieron un enérgico y categórico llamado al presidente Peña Nieto para que apoye, lo que para ellos es “la primera Reforma Constitucional Ciudadana en la historia de México, que propone reformar el artículo 4º de la Constitución”.
Argumentaron que esta iniciativa que presentaron ante el Senado de la República el pasado 23 de febrero, tiene el respaldo de más de 240 mil firmas que exigen el respeto del matrimonio entre hombres y mujeres, el respeto de la familia y que se garantice el derecho de los padres a educar a sus hijos.
“Pero vemos con la nueva iniciativa del presidente que hizo caso omiso a nuestra petición, a escuchar a cientos de miles de familias”, informaron los integrantes del nuevo Frente.
Consuelo Mendoza señaló que la protección de la familia natural no debe ofender a nadie, por el contrario, agregó, toda política pública debe tener como eje transversal su desarrollo y propiciar la formación integral de sus miembros.
“Por eso estaremos pendientes y vigilantes del nuevo Modelo Educativo Nacional para que esté alejado de ideologías que quieren implantar algunos grupos de presión que pretenden imponer su agenda y tratan de callar las voces de quienes pensamos diferente” expresó.
Mario Romo, director nacional de Red Familia, aseguró que la conformación de esta nueva organización no fue para discriminar a las personas, ni faltarle al respeto a las preferencias sexuales de cada individuo.
“Siempre respetamos las preferencias de cada persona y de esta manera exigimos el respeto a la figura del matrimonio conformada por un hombre y una mujer, que según estudios del doctor Fernando Pliego, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, es la que da mayores y mejores beneficios a nuestra sociedad”, dijo Romo.
Además de la conformación de esta nueva organización civil, claramente apegadas a la Iglesia Católica, también anunciaron una serie de acciones con las que advirtieron, harán sentir su rechazo a estas reformas encaminadas a la legalización generalizada del matrimonio entre personas del mismo sexo.
En lo local, el Congreso del Estado de Colima, acaba de aprobar apenas este miércoles, reformas al Código Civil de esa entidad mediante las cuales se permite el matrimonio igualitario, como lo han hecho también en otros estados de la República Mexicana.

