Más allá de los resultados de las contiendas electorales en 14 entidades del país, el gran perdedor nuevamente fue el Instituto Nacional Electoral (INE) que obtuvo una de las votaciones más bajas, tanto para definir la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México 2016, así como en las entidades restantes donde se eligieron gobernadores, diputados locales y presidentes municipales.
El abstencionismo y el voto nulo triunfaron en la capital del país; las campañas de llamamiento al voto fueron estériles, lo cual debilitó a la próxima Asamblea Legislativa, encargada de hacer la próxima Constitución Política para la Ciudad de México.
Otra más: las casillas ya habían cerrado en su totalidad y todavía se escuchaban y veían los spots en medios locales y nacionales que invitaban a la ciudadanía a acudir a las urnas, cuando ya no era necesario utilizar esos espacios obligados, lo que indica que el poderío se conjugó con la soberbia desmedida del órgano responsable de organizar una elección.
Esto llevó a Morena a ser el que obtuvo mayor votación en el otrora Distrito Federal, ya que muy pocos capitalinos llegaron a las casillas y dejaron, una vez más, que la mayor minoría decidiera la constitución de un nuevo poder.
Pero el fracaso no es un tema nuevo, ni que deba sorprender a propios y extraños, ya que desde el pasado 03 de junio –dos días antes de la elección- la clase empresarial representada en la Confederación Patronal de la República Mexicana en la Ciudad de México, alertaba sobre la amenaza de este fenómeno del abstencionismo.
A pesar de lo anterior, la Coparmex, se sumó a las campañas de promoción del voto para que los capitalinos salieran a votar este domingo en la elección donde se eligieron a los 60 Asambleístas, que junto con los 40 designados, serán los encargados de redactar la Constitución de la Ciudad de México, esta elección es sin duda histórica, de acuerdo a la Reforma política del pasado 29 de enero de 2016.
No obstante, mientras el discurso de “tranquilidad en la jornada electoral” se escuchaba en voz presidente del INE y algunos consejeros, se consumaban graves incidencias en Oaxaca, el ataque a un candidato a diputado en Zacatecas -que dejó a un menor lesionado a martillazos-, la detención de un senador de la República en Veracruz, donde también se registró una balacera en una casilla, y, las múltiples privaciones ilegales de la libertad grupales, que se consumaron a manos de fuerzas públicas y grupos armados.
Si bien el tema de la seguridad debió recaer en las instituciones de Seguridad Pública y de Procuración de Justicia, el INE tenía la obligación de exigir y garantizar que, a través de las dependencias correspondientes, se realizara una votación en paz.
Entonces, todo se supo del INE, menos que se hiciera cargo en realidad de su encomienda legal, que dicho sea de paso, cuesta miles de millones de pesos a México y a los mexicanos, sin resultados.
Por si fuera poco, los Programas de Resultados Electorales Preliminares colapsaron en varias entidades y no había autoridad alguna que saliera al frente para da una explicación y evitar especulaciones o amañadas prácticas electoreras.
Aun así, con todo y ello, se pudieron adelantar algunos resultados donde se reflejó que el Partido Revolucionario Institucional no fue el todo poderoso como se esperaba, pero que tuvo la estructura suficiente para competir fuertemente y ganar.
De acuerdo al avance en el conteo de las casillas y al conteo rápido de las mismas, las tendencias indican que en Hidalgo, Omar Fayad Meneses del PRI, se impuso sobre su más cercano contendiente, Francisco Xavier Berganza, con lo cual, el Revolucionario Institucional conserva esa entidad.
De acuerdo al conteo, todo se inclina a que el PRI recuperará Sinaloa con Quirino Ordaz Coppel, quién al término del conteo ratificará que será el sucesor de Mario López Valdez, actual mandatario de esa entidad el norte del país.
Sí las tendencias continúan en la misma tesitura, el PRI continuará en Zacatecas con Alejandro Tello Cristerna, quien se impuso a David Monreal Ávila.
En Oaxaca, uno de los estados donde parecía que el voto corporativo de maestros castigaría al PRI por la reforma educativa y embates al ala radical del magisterio, el PRI tiene toda la posibilidad de recuperar la gubernatura en la candidatura de Alejandro Murat Hinojosa.
El Partido Acción Nacional dio un paso histórico al arrebatarle entidades al partido en el poder federal; tal vez por su alianza con la una representación de la izquierda o no, pero lo cierto es que nunca había ganado más de cuatro elecciones a gobernador en una misma jornada.
En Puebla, Antonio Gali Fayad, aspirante de la alianza PAN-Panal-PT, está a nada de confirmar su triunfo sobre Blanca Alcalá Ruíz del PRI-PVEM-ES.
Como en este mismo espacio se adelantó hace unos días, en Tamaulipas, el PAN, con Francisco Javier Cabeza de Vaca al frente de esa postulación, se puso arriba y con una gran ventaja en puntos porcentuales cobre su más acérrimo contendiente, Baltazar Hinojosa Ochoa del PRI-PVEM-PANAL.
En Veracruz, el tercer estado con mayor padrón electoral del país, Miguel Ángel Yunes
Linares de la alianza PAN-PRD derrotó a su primo Héctor Yunes
Landa, aspirante del PRI-PVEM-PANAL y ahora Veracruz ha terminado con una hegemonía absoluta priísta en la silla del mandato estatal.
Javier Corral Jurado de Acción Nacional, también aventaja en Chihuahua y se ha despegado con una considerable puntuación sobre su rival, Enrique Serrano, de la alianza PRI-PVEM-PANAL-PT.
Carlos Joaquín González de la coalición PAN-PRD también ha superado de momento a Mauricio Góngora del PRI-PVEM-PANAL, al que ha mandado al segundo lugar.
Con esta alianza que hizo AN para estas elecciones en al menos tres estados, el Partido de la Revolución Democrática, obtuvo una bocanada de aire puro que le permitirá sobrevivir y tener un respiro político más de cara a sus negociaciones para la presidencial del 2018.
En Durango y Aguascalientes la contienda se ha cerrado entre los candidatos de la alianza PAN-PRD y los representados por PRI-PVEM-PANAL, por lo que la moneda sigue en el aire.
Con este escenario, queda claro que quienes han ganado son los partidos políticos, pero la pregunta obligada entonces sería si ¿ganó o perdió la ciudadanía?, pero eso lo va a responder el tiempo…
