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El mundo atraviesa por una serie de crisis, cuyo origen se encuentra en la enorme desigualdad.
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La pradera planetaria está seca
En este verano la pradera planetaria no sólo está seca, sino que ya se encendieron las hogueras de la pobreza, la desesperación e incluso la muerte; el mundo atraviesa por una serie de crisis globales, cuyo origen se encuentra en la enorme desigualdad propiciada por el sistema global; lo económico se traslada a lo social y lo social a lo político, esa simple cadena puede tratar de explicarnos el porqué de las guerras absurdas que propicia el llamado Estado islámico; las crisis recurrentes en Oriente Medio, en Turquía, en Irak y en Siria, donde la guerra no se ha detenido y, por otro lado, Al Qaeda, Talibanes y miembros del Califato islámico ocupan territorialmente parte de Libia y de Irán, mantienen la zona en plena inestabilidad; en Palestina siguen las cosas al calor de un conflicto centenario.
En el viejo continente la probable salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea avizora una grave crisis del sistema internacional financiero; en España las nuevas elecciones no auguran la posibilidad de la gobernabilidad; en Francia y en Bélgica sigue presente la sombra negra del terrorismo.
En Estados Unidos, surge la figura siniestra de Trump; se presenta la amenaza del terrorismo que se refleja en los actos absurdos de homicidios constantes en centros de estudio o de recreación, como el homicidio colectivo en Orlando, que simboliza el odio homofóbico y fanatismo, similar a la matanza en un bar de Jalapa, Veracruz.
En América Latina las cosas no pintan bien: Dilma Rousseff defenestrada en Brasil; en Argentina la política de Macri da tumbos entre lo frustrante y lo ridículo; en Venezuela, Maduro pierde el piso, reprime a la oposición y ahonda el conflicto en esa maltratada nación; en Perú compiten dos candidatos igual de neoliberales, pero gana un agente norteamericano, servidor del Imperio; en Guatemala encarcelan por corrupción a un expresidente a través de una fiscalía de influencia exterior, abiertamente pro norteamericana.
En México, las cosas no se encuentran bien, una Iglesia católica fuera de su contexto pastoral queriendo influir en cuestiones políticas; una iniciativa privada que sale a la calle para enfrentar al gobierno que la ha protegido; la caída de dos presidentes de partidos políticos, PRI y PRD; las condiciones económicas graves por razones internas y externas, una devaluación permanente, bajos precios del petróleo y crecimiento mediocre; la falta de brújula política en todos los frentes y en todos los partidos, alejada del sentir ciudadano.
Los conflictos del magisterio, relacionados con la reforma educativa, se han mezclado con muchísimos intereses oscuros; los disparos de Nochixtlán, Oaxaca, tienen el mal augurio del terrorismo y del conflicto, que incidirán en la próxima contienda presidencial, pues, por una parte López Obrador recoge las banderas magisteriales y convoca a la manifestación callejera, mientras los secretarios Aurelio Nuño de la SEP y Miguel Ángel Osorio Chong de Segob, ambos aspirantes a la presidencia de la república, se ven envueltos en contradicciones que los afectan seriamente en su imagen pública, y Manlio Fabio Beltrones queda fuera de la carrera.

