En riesgo, la gobernabilidad 

Por Nora Rodríguez e Irma Ortiz

Nuevamente el PRD enfrenta una crisis que amenaza su gobernabilidad. La renuncia de su dirigente Agustín Basave confronta las distintas corrientes de ese partido y ya algunas barajan nombres para sustituirlo. La pregunta es si algunos de los perfiles propuestos unificarán las expresiones para evitar que el partido termine de disolverse, frente al de Andrés Manuel López Obrador, Morena.

Y es que asevera Basave en su carta de renuncia que dio a conocer el 18 de junio, uno de los peores vicios del partido del sol azteca es “poner por encima de la institucionalidad partidista a las distintas corrientes”.

Dichas expresiones fueron una de sus riquezas de origen, que enriquecieron el debate y el fortalecimiento del PRD, pero que se transformaron en factor de corrupción y de división. Algunos orgullosamente las califican como parte de su “democracia interna”, sin embargo han llevado a ese partido, en distintos momentos políticos, a vivir crisis que ponen en riesgo su existencia.

“Gobernabilidad precaria”: Basave

A siete meses de haber asumido el cargo, Basave no pudo evitar que las corrientes sustituyeran los órganos de dirección, como señala en su carta de renuncia: “En virtud de que no estoy dispuesto a afiliarme a una corriente ni a formar parte de un bloque y dado que en estas circunstancias la gobernabilidad es más que precaria, he decidido renunciar a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRD”.

Reconoce que el PRD siempre ha sido difícil de dirigir, pero sus problemas de gobernabilidad, que antes “eran enfrentados a golpes de timón por caudillos”, luego se resolvieron mediante negociaciones casuísticas y después simplemente impusieron agenda las corrientes hegemónicas.

De ahí que intentaran una nueva modalidad: un presidente “externo”, sin corriente, que se situara por encima de los grupos y que arbitrara sus conflictos…”, explica Basave. Sin embargo, esa fórmula tampoco funcionó.

“El culpable de la crisis es Jesús Ortega”: Luis Sánchez

Por su parte, Luis Sánchez, miembro de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN), coincide con estas reflexiones de su todavía dirigente nacional, en que “en el PRD se vive una nueva crisis gracias a Jesús Ortega, quien pese a un acuerdo de ser discretos dio a conocer a los medios la salida del líder nacional”.

“Muy lamentable que no podamos respetar la palabra, que no podamos respetar a nuestros compañeros en el interior del partido y que el protagonismo, o bien una actitud no sana, haga este tipo de cosas. Fue lo que orilló a que adelantara incluso su anuncio Agustín Basave; muy lamentable porque nos coloca en otro momento de crisis y, esto hay que decirlo, fue gracias a Jesús Ortega”, quien encabeza la corriente Nueva Izquierda (NI).

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Nueva dirigencia y 2018, prioridades: Alejandro Sánchez Camacho

En el criterio del secretario de Acción Política Estratégica del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, “las tareas prioritarias a atender son la renovación de su dirigente y el debate nacional rumbo al 2018 —pasando por el 2017— amplias alianzas o frente político electoral de izquierda y que la discusión provoque un punto de encuentro entre los perredistas”.

Respecto del nuevo dirigente, el integrante de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) que encabezan René Bejarano y Dolores Padierna, no se atreve a dar nombres de quién podría ocupar el cargo que deja vacante Basave porque, aunque se menciona al senador Miguel Barbosa como una opción, hay que esperar, pues lo importante es el perfil de quién llevará la responsabilidad de construir el camino para el PRD rumbo al 2018.

“Debe ser un perfil —dice— de absoluta independencia del gobierno federal, que la gente no nos identifique con la derecha, y evidentemente un mensaje de no corrupción y de transparencia más allá de los nombres”.

En contraparte, Luis Sánchez asegura que NI plantea dejar a Beatriz Mojica —secretaria general— al frente del partido hasta 2018, y en ADN están convencidos de que ninguna corriente puede imponer su “punto de vista”.

Revela que en estos momentos quien podría quedarse con el timón del partido es Pablo Gómez, “sé que aún no hay consenso con Pablo Gómez, pero es un compañero de probada experiencia, de capacidad y por lo menos a mí, personalmente, me parece una buena propuesta. Sin embargo, todavía falta mucho por hacer en ese sentido, no hay nada concreto hasta este momento, y es el único nombre que conozco que se ha puesto en la mesa”.

Luis Sánchez acepta que los enfrentamientos en el interior siguen debilitando el partido, por ejemplo el hecho de estar hablando de candidatos presidenciales, como es el caso de Silvano Aureoles, cuando hay otras cosas que primero se deben atender, “como decía mi madre cuando estábamos pequeños: ven el temblor y no se hincan”.

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Alejandro Sánchez Camacho

De ahí que Sánchez Camacho comente “cuál puede ser el debate que se tenga en el interior del partido para una transformación, el comportamiento de las corrientes, porque son puntos de vista distintos que unifican en su magnitud, sin embargo, luego se convierten en desventajas, porque no son puntos de análisis y reflexiones distintos sino que se sostienen pese a todo y provocan una división profunda”.

“El asunto es encontrar —dice— el momento oportuno para debatirlo, pero por los tiempos está muy complicado, ya que una primera evaluación sería antes de 2018. La pregunta es si en el PRD tenemos tiempo de debatir el modelo partidario, si es así, cuál es el momento o en su caso este debate tendrá que esperar después de 2018 y ¿no será demasiado tarde?”

La discusión interna con un carácter nacional y que empezó desde el día anterior a la elección del 5 de junio “es la ruta estratégica para el 2018 para la cual hay dos opiniones: algunos militantes, como los compañeros de Nueva Izquierda, de los Galileos que es una nueva corriente, sostienen que debe haber amplias alianzas que significa aliarse con el PAN y se basan en el resultado del proceso electoral de junio pasado en Durango, Quintana Roo y Veracruz”.

Apunta que su corriente IDN, ADN, Frente Patria Digna y otras “sostenemos que las alianzas al 2018 deben ser con la izquierda electoral porque el propio proceso de junio nos permite observar que si sumamos los votos de Morena, del Partido del Trabajo, de Movimiento Ciudadano y del PRD con facilidad tenemos el triunfo en Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas”.