[gdlr_text_align class=”right” ][gdlr_heading tag=”h3″ size=”26px” font_weight=”bold” color=”#ffffff” background=”#000000″ icon=” icon-quote-left” ]
Algunos de esos bloqueos y plantones ocasionalmente parecen intentos de convertirse en germen insurreccional.
[/gdlr_heading][/gdlr_text_align]

CNTE

 

¡Cuánta piedad necesitan aquéllos que no

tienen compasión de nadie!

Albert Camus

Alguien me contó que hay una maldición china: “Vivirás tiempos interesantes”. Es innegable que los tiempos que vivimos son tiempos interesantes, tiempos democráticos de inteligentes e intensos debates sobre asuntos trascendentes en el Altiplano.

Nada más intenso que el debate suscitado por las acciones de la coordinadora magisterial, la CNTE y las organizaciones que, por cálculo o afinidad, se han adherido a sus manifestaciones.

Los bloqueos, marchas y plantones que organizan han mantenido en vilo al menos a dos entidades de la república: Oaxaca y Chiapas.

Algunos de esos bloqueos y plantones ocasionalmente parecen, no sólo discursivamente, sino por sus acciones, ser intentos de convertirse en germen insurreccional.

3291-FONSECA

A estas acciones se incorporan entusiastas los grupos rezagados de los “prófugos del socialismo real” que aún sueñan con la lucha armada como vía para llegar al poder y lamentan su fracaso de hace cuatro décadas.

Con el mismo entusiasmo se arma una intensa discusión en el Altiplano. En ella participa un variopinto grupo de personajes de la política, de la academia y de los medios de comunicación. Su argumento central es que el gobierno federal no debe utilizar la fuerza para resolver la violencia de las acciones de la CNTE.

Curioso. Este grupo les muestra a los dirigentes de la coordinadora una empatía que no comparten los ciudadanos de a pie, menos aquéllos que viven en Oaxaca y Chiapas.

Esa falta de empatía ciudadana no importa. No importa a ninguno de quienes en el Altiplano abordan los desórdenes de la CNTE desde las perspectivas ideológicas, políticas, filosóficas y pedagógicas.

Más curioso aún que los simpatizantes de referencia sean quienes acusan a los partidos y funcionarios de haberse alejado de los ciudadanos, y ellos, ensimismados en sus discusiones, estén igualmente alejados.

¿Acaso les importan los padecimientos de aquéllos que por la violencia de la CNTE han perdido su empleo? ¿Les importa la ruina que amenaza, por ejemplo, a Oaxaca, entidad que sin turismo se convertiría en un páramo?

Claro que no les importan, importan los trascendentes debates políticos del Altiplano, porque para muchos de estos personajes les es ajena la compasión hacia los ciudadanos de a pie de Oaxaca y Chiapas. Ellos practican en el siglo XXI la filosofía de la Güera Rodríguez: fuera de México, todo es Cuautitlán.

jfonseca@cafepolitico.com