Este domingo en su homilía, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Oaxaca, José Luis Chávez Botello, llamó a establecer una tregua general para abrir un diálogo ante la sociedad y así ofrecer soluciones entre el gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Por su parte, el Obispo de San Cristóbal de las Casas, en su opinión semanal, publicada en la página de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Felipe Arizmendi, insistió: “aprendamos a dialogar, a escuchar con el corazón las razones de los otros, a ser humildes para no presumir de tener toda la verdad, a aceptar que no todo se puede lograr en un solo momento”.

Previo a ello, en su publicación del 2 de julio, expresó que es deber de los padres de familia defender su derecho a decidir sobre la educación de sus hijos y que se permita que se organicen para que de nadie más dependa esa educación: “Ni el gobierno, ni un sindicato, ni una organización, ni las iglesias, ni poderes económicos o políticos extranjeros, pueden suplantarlos a ustedes”.

Asimismo puntualizó que “el gobierno es servidor, no dueño de la educación” y que los padres deber ser tomados en cuenta cuando se trata de la educación de sus hijos, porque a ellos no se les puede ni ignorar ni violentar dado que se tienen informes de gente que afirma que personas ligadas a la CNTE han cerrado escuelas por su inconformidad con la Reforma Educativa, sin consentimiento expreso de los padres.

A su vez, diversos obispos de otras entidades como San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero; Fabio Martínez Catilla, Arzobispo de Tuxtla Guitérrez, Chiapas; y Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de las Casas; se pronunciaron a favor del diálogo y de la apertura para conformar una reforma educativa integral que beneficie tanto a alumnos como al magisterio nacional.

CONFLICTO CNTE

En entrevista con Siempre! Bernardo Barranco, sociólogo experto en religiones, explica que más que un mediador en el conflicto magisterial, el nuevo Nuncio Apostólico Franco Coppola “está haciendo un llamado al diálogo, a que las partes tengan una actitud más profunda de negociación y no haya una negociación superficial que no abone a una solución de fondo en el conflicto”.

“La Iglesia pide actitud a las partes y especialmente al gobierno, a las autoridades, a un mayor flexibilización para encontrar soluciones de fondo que impidan la violencia o la zozobra, sobre todo en un conflicto social que pueda escalar a grandes dimensiones. Esta es una gran preocupación que tienen los obispos”.