
Milena Marković
Rey y reino son uno mismo. Aunque a nosotros no nos signifique mucho este credo, seguimos creyendo en él. Acaso, ¿no podría ser que el destino de los mexicanos depende de las cualidades de su presidente? Esto, a pesar de que hay casi 80 millones de los mexicanos mayores de edad, capaces de tomar sus propias decisiones. Un reino depende de la condición del rey y no se trata sólo de su inteligencia o habilidades “suaves” como las llaman. No, depende más bien de su salud, de su ánimo, de su virilidad.
¿Recuerdan cómo en el antiguo Egipto, el faraón era considerado representante de los dioses en la tierra? Nos es
difícil entender su modo de pensar, pero en realidad las ideas acuñadas en Egipto son base de cualquier pensamiento moderno. El temor más grande que tenían los antiguos egipcios era la enfermedad o la muerte temprana de un faraón. Esto era considerado un presagio muy malo que podría traer plagas, hambrunas y guerras. Cada debilidad del rey era fatal para el reino.
El país que heredó la primacía de la civilización después de Egipto fue el reino de los hombres libres que llamaban Elada, o sea, Grecia (los latinos los llamaban “graekos” (griegos), se trata de una onomatopeya, porque su idioma les sonaba como “gra-gra” semejante al graznido de los cuervos). Los helenos eran libres pero tomaban muy en serio las condiciones de sus gobernantes. Aprendieron de las lecciones de los faraones: si un reino depende de la virilidad del gobernante, entonces no es muy buena idea tener una dinastía hereditaria, porque el control sobre su fuerza es nula. Antes de que inventaran un proceso bajo la consigna “el menos malo de todos los males” que conocemos hoy como democracia, los helenos trataron con distintos procesos de elecciones de asegurarse el agrado de los dioses a sus soberanos laicos y religiosos. La forma más fácil de elegir entre los hombres es buscar al alfa, es decir, al líder de la tribu, esto es algo que también se aplica a los animales cuando se les quiere hacer pelear, correr o tirar de una piedra pesada.

Juegos Olímpicos en la Grecia antigua
Así fue también como los griegos se reunieron en las sombras del monte Olimpo, donde en las nebulosas cumbres moraban sus dioses e hicieron una competencia entre los hombres. Hay rumores de que antiguamente tenían competencias entre las mujeres también para conseguir la posición de la alta sacerdotisa que se iba a casar con el dios. Los hombres combatían, corrían o lanzaban cosas. Lo hacían desnudos para que todos los demás pudieran comprobar que sus cuerpos eran perfectos y estaban completamente sanos. Asimismo, para mostrar su masculinidad. Los ganadores eran idolatrados y adorados. Ellos terminaban casándose con la hija del rey o, en el caso de las mujeres, siendo la gran sacerdotisa del templo.

Solsticio
El periodo en el cual se organizaban los juegos es importante: cuatro años. Toda mi vida me he preguntado una cosa: mes, “mens”, significa Luna (de hecho, en mi idioma natal (serbio) se usa la misma palabra para los dos: mesec). Es muy obvio que un mes significa un completo ciclo de luna, 28 días. Este número es de suma importancia, incluso porque el ciclo de la mujer dura ese tiempo exactamente; porque se pueden calcular mareas, cosechas, nacimientos y muchas cosas más. Esto, con sólo mirar al cielo nocturno. Es fácil. Otro lucero (El Sol) nuestro tarda 365.25 (o algo parecido) días en hacer su recorrido que se denomina “solsticio” y del cual existen dos: de invierno y de verano. Ahora, la verdad: si se fijan cuantas veces cabe la cantidad de 28 días en el número 365, la respuesta es trece. Trece meses de 28 días suman exactos 364 días. ¿Por qué entonces el año no tiene trece meses? ¿Porque el trece se convirtió en un numero prohibido?

Las mareas
De cualquier manera, sobran 1.25 días después de trece meses de cada año, sucede que cada cuatro años ese número se redondeaba a cinco. Cada cuatro años pudimos tener cinco días que no le pertenecen a los ciclos de Luna y el Sol, por lo mismo no son contados y están fuera de control. En estos días pasaban olimpiadas en Elada (Grecia). ¡En el mundo antiguo pasaban muchas cosas en estos días, pero hoy me interesan los Juego Olímpicos de Río 2016! Ellos no pensaban que su forma de hacer las cosas sería algo peculiar o igual a como hoy se hace en México, donde los deportistas pueden ser gobernantes como es el caso de Cuauhtémoc Blanco, quien es presidente municipal de Cuernavaca o políticos como Jorge Kahwagi, secretario general del partido Nueva Alianza o tal vez Paola Espinosa, la mejor pagada de la delegación olímpica, pues todos ellos ganaron en su carrera.