México empieza en las islas. Si un viajero llegara por vía marina a este país se encontraría con que el primer indicio de territorio mexicano no es el continente, sino estos pequeños macisos terrestres. La población mexicana ignora la riqueza que estos tienen para la economía nacional, y esto seguramente se debe a que hemos carecido tradicionalmente de una cultura marítima, lo que nos ha hecho fijarnos sólo en el territorio continental. Recientemente, un conjunto de islas mexicanas saltó al escenario internacional sin mayor notoriedad entre la población. Se trata del Archipiélago Revillagigedo, la cual fue incluida en lista del Patrimonio Mundial Natural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por su invaluable riqueza natural, terrestre y marina; sobra decirlo, totalmente descuidada y menospreciada por nuestros connacionales.

Las cosas pequeñas tienen grandes historias. Resulta sorprendente cuando un turista se anima a visitar una isla, al principio la ve muy pequeña en el horizonte, pero éste queda sorprendido conforme se acerca y la tiene de frente: resultó ser más grande que algunos estados de la república. Pero todavía lo es más la expectación cuando uno se entera de la importancia y las riquezas que se ocultan entre las aguas cálidas que golpean sus arrecifes y bancos de arena; algo que países como China, Estados Unidos, Filipinas y otros, se pelean con orgullo patriótico.

En el nombre del Virrey

A fin de que no se piense que este conjunto insular es sólo una calle del Centro Histórico de la Ciudad de México, bien valdría saber que fueron bautizadas así en honor a Juan Vicente Guemes Pacheco y Padilla, virrey de la Nueva España. Benito Juárez las concedió a la soberanía de Colima el 25 de julio de 1861. Siete años después se decretó su colonización. El 6 de junio de 1994 fueron declaradas Area Natural Protegida. Pocos saben que un simple pedazo de tierra, se traduce en un aumento en la soberanía marítima del país, lo que significa que los bienes naturales y energéticos que se encuentren en esa franja son y pertenecen al pueblo mexicano. En 2008, fueron declaradas como reserva de la Biósfera, integradas en cuatro áreas: Isla Socorro, Isla Clarión, Isla San Benedicto y la Isla Roca Partida. La gente que habita en ellas, porque hay que reafirmar que sí están habitadas por mexicanos, las llaman con cariño como “Las Revilla”.

Un tesoro marino

En todas ellas, yace una vasta riqueza no sólo en pesca y recursos hídricos, sino en minería submarina. Tan sólo en pesca se pueden reconocer especies como el mero, cuero, jureles, variedad de morenas, pulpos, peces ángel y mariposa, langostas azules, ídolos moros, así como especies endémicas. El archipiélago y, en especial, la isla Clarión (la isla verde mexicana) posee las mayores riquezas de minería submarina. No obstante, se insiste en que la mayor concentración de nódulos polimetálicos, que se encuentran en el área que rodea a las Revillagigedo, es la más grande del mundo y da a México la posibilidad de obtener ingresos superiores al pago de su deuda externa e ingresos por exportaciones.

Más extensión territorial para México

La isla Clarión, sirve además de trazo (frontera) de las líneas de base para medir la Zona Económica Exclusiva (ZEE): a partir de esta bella isla, México extiende otras 200 millas náuticas de soberanía limitada a la exploración y explotación del lecho y subsuelo marino. O sea, gracias a las Revillagigedo, en gran parte del Pacífico Mexicano Norte, la ZEE se extiende a 400 millas náuticas. A sus bellezas geológicas, se suman especies endémicas de aves y peces, como el pez Ángel de Clarión (Holacanthus clarionensis), que se observa mientras se alimenta de ectoparásitos de las mantarrayas gigantes. Tiene como visitantes asiduos a las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en el invierno. Con la inclusión del Archipiélago de Revillagigedo, México ocupa el primer lugar en América Latina y sexto del mundo con el mayor número de bienes inscritos en la lista de la UNESCO. Con ellas, nuestro país puede presumir 34 sitios registrados: 27 sobre patrimonio cultural, 6 son patrimonio natural y uno con categoría de mixto (al tener ambos valores).

* El autor es director general de la Asociación del Transporte y Desarrollo Turístico en el Mar de Cortés, AC (AMETUR)