¿Algo bueno entre lo complejo?
Por Julio A. Millán B.
El presidente de la república ha invitado a los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump a dialogar sobre la ineludible relación que existe entre ambos países.
De la visita del candidato Trump es importante destacar la perspectiva de largo alcance que mostró la Presidencia con este encuentro. Fue una decisión histórica que debe interpretarse muy por encima de las emociones y los intereses políticos. Fue una decisión de Estado, con la que la Presidencia busca ver primero por los 120 millones de habitantes y no “mostrar los dientes” por los 5.6 millones de inmigrantes ilegales, cuyo flujo va tendiendo a cero. Hay que tener visión y no caer en la coyuntura.
El Presidente resaltó la importancia de México en la relación bilateral y el candidato dijo estar de acuerdo. Hay dos certezas. México es dependiente de Estados Unidos: 81% de nuestras exportaciones y 48% de nuestras importaciones son con nuestro vecino del norte.
En el entorno de confrontación social generado por la visita, el presidente Enrique Peña Nieto presentó su IV Informe. Debemos analizar los avances y retrocesos que presenta el documento; es necesario considerar las directrices, metas y objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y sus cinco ejes rectores: Educación de calidad; México próspero; México incluyente; México en paz y México con responsabilidad global.
El Informe presenta información y acciones destacadas en cada aspecto, por ejemplo, la puesta en marcha del Sistema Penal Acusatorio que significa un verdadero parteaguas en la administración de justicia, cuyo éxito no debe estar desasociado del proceso y los logros que se obtengan con la conformación del Sistema Nacional Anticorrupción, el cual no sólo debe normar el actuar de los juzgadores, sino también de los fiscales.
Nuestra economía tiene dos impulsores, el mercado interno y el mercado externo. En el primero, el gasto (consumo) y la inversión pública y privada tienen un impacto importante.
En materia de acciones transversales, destacan la terminación de las negociaciones de los acuerdos comerciales Alianza del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico, el cual aún está en el aire, pues falta que sea ratificado, en especial por Estados Unidos.
Destaca también la Ley de Zonas Económicas Especiales, proyecto que en el papel es importante porque, de concretarse como se plantea, se dinamizarán las zonas de mayor atraso económico y social. Asimismo, el presidente abordó el impulso a la innovación y la competitividad.
Es evidente que falta mucho por hacer y las reformas tienen el potencial de transformar la estructura productiva del país. Las reformas son y deben seguir siendo el rumbo a seguir.