México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal, afirmó el religioso Omar Sotelo Aguilar, director del Centro Católico Multimedial (CCM), que desde hace 10 años elabora las estadísticas de violencia contra el sector eclesiástico.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2016) se han registrado el asesinato de 14 sacerdotes, un seminarista, un laico sacristán y dos más se encuentran desaparecidos. Los diez estados más peligrosos para ejercer la profesión son: Veracruz, Guerrero, Estado de México, Chihuahua, Michoacán, Durango, Guanajuato, Colima, Baja California y Puebla.
De 1990 a la fecha se han registrado 55 casos de sacerdotes secuestrados, torturados y ejecutados. Sotelo, añadió que en todos los casos se han presentado las denuncias ante las autoridades judiciales, “80% se mantiene en investigación, no se ha encontrado a los responsables, por lo que no se ha hecho justicia”.
El titular del CCM, mencionó que el Departamento de Estado de EU ha volteado a ver estas estadísticas y las ha incluido en su Informe de Libertad de Culto. “Esto quiere decir que otros gobiernos e instancias han creído y están viendo esta realidad, lo que denota una llamada de atención a los gobiernos nacionales”.
En el informe pasado presentado por el Centro Católico se detalló que la mayoría de los crímenes fueron perpetrados contra sacerdotes (78%), sacristanes (10%), seminaristas-religiosos (8%), diáconos (2%) y periodistas católicos (2%). El modus operandi va desde secuestro y tortura (44%), robo a parroquias (35%), agresión en calle (15%) y el por último causas desconocidas (6%).
El análisis destacó que de 1990 a 2015 aumentaron un 275% los homicidios contra los religiosos. Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, indicó que es alarmante la situación de violencia contra los sacerdotes en el México.
Algunos de los sacerdotes víctimas de tortura son:
- Sacerdote Teodoro Mariscal Rivas (45 años), fue asesinado en septiembre. En su cuerpo se encontraron indicios de tortura y asfixia. Gerardo Ávila (64 años), fue asesinado en enero. El cadáver mostró signos de tortura. Víctor Manuel Diosdado Ríos, se dijo que su trabajo pastoral incomodó a varios criminales por lo que le costó al vida.
- Hipólito Villalobos Lima (45 años) y el vicario Nicolás De la Cruz Martínez (31 años) fueron encontrados en la misma parroquia el 29 de noviembre. Joel Román Salazar fue arrojado junto con su vehículos en Guerrero.
- John Ssenyondo de origen Ugandés fue secuestrado en el poblado de Nejado, Guerrero. Su cuerpo fue encontrado en una fosa común. José Ascención Acuña Osorio (37 años), apareció en el Río Balsas el 23 de septiembre. Rolando Martínez Lara fue víctima de robo y asesinado el 19 de febrero. El sacerdote Gregorio López Gorostieta presentaba un impacto de bala, al no morir de forma inmediata fue asfixiado.
- Francisco Javier Gutiérrez Díaz, fue secuestrado y asesinado el 6 de abril. El cuerpo fue recuperado al día siguiente con impactos de bala en la cabeza. Erasto Pliego de Jesús fue secuestrado el 13 de noviembre y encontrado sin vida dos días después. El cadáver presentaba signos de tortura e intentaron incinerar el cuerpo.
- Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, fueron secuestrados por dos hombres: un sujeto que acudía con frecuencia a las ceremonias religiosas y otro que aún se desconoce su identidad. Horas después, los cuerpos inertes fueron encontrados en diversos terrenos. Los restos presentaban marcas de tortura y se cree que fueron privados de la vida por disparo con arma de fuego.
Santiago Álvarez de la Diócesis de Zamora, Michoacán, desapareció el 29 de diciembre de 2012 y hasta la fecha no se tiene registro de él. El representante de la Diócesis de Ciudad Victoria, Tamaulipas, señaló que el cura Carlos Ornelas Puga se encuentra desaparecido desde el 3 de noviembre de 2013.


