Dos sismos de 5.4 y 6 grados Richter fueron suficientes para hacer que las autoridades evacuaran media docena de localidades del centro de Italia. Miles de personas tuvieron que pernoctar en las ciudades de Camerino, Muccia, Visso, Ussita e Castelsantangelo sul Nera, en la región de Las Marcas, ante la preocupación de que pudiera tratarse de terremotos parecidos a los que sacudieron Nurcia y Amatrice en agosto pasado, que cobró la vida de más de 300 personas. Hasta el momento no se reportan víctimas ni heridos graves.

El epicentro de ambos movimientos telúricos fue localizado en los alrededores de Roma, donde se reportaron edificios y casas colapsadas, así como cortes de energía eléctrica. El alcalde de Ussita, Marco Rinaldi, afirmó que muchas casas se derrumbaron y que gran parte del poblado estaba prácticamente acabado. “He vivido muchos temblores pero (el segundo) ha sido el más fuerte que haya sentido. Afortunadamente todos pudieron salir de sus casas tras el primero por lo que creo que no hay heridos”, indicó Rinaldi.

Los equipo de emergencias han tenido problemas para atender el llamado de la población en ciudades como Castelsantangelo sul Nera debido a la lluvia torrencial que afecta a la región. Por su parte, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, dijo en Twitter: “Quiero agradecer a todos los que están trabajando bajo el agua en las áreas del terremoto. Toda Italia abraza a los afectados”.

El Ministerio de Protección Civil italiano desplegó durante toda la noche escuadrones de apoyo para asistir a los evacuados, al tiempo que también concentra sus esfuerzos en reabrir las carreteras entre estas localidades, ya que muchas de ellas se encuentra bloqueadas por deslizamientos de de tierra y avalanchas de piedras.

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