En México los periodistas siguen corriendo peligro. El Índice Global de Impunidad 2016, difundido por el Comité para la Protección de los Periodistas, indicó que tanto México como Brasil tienen los peores niveles de impunidad en delitos cometidos contra periodistas.
A pesar de que las más elevadas tasas de impunidad puedan atribuirse a asesinatos perpetrados por grupos radicales islamistas, y de que por segundo año consecutivo el país con el peor historial de impunidad sea Somalia, en el escenario latinoamericano, funcionarios, policías y hasta grupos delictivos cometen asesinatos contra periodistas sin consecuencias legales.
Tan sólo en nuestro país, el informe señala que, en los últimos 10 años fueron asesinados 21 reporteros y sus casos continúan en total impunidad. La mayoría de estos crímenes ocurrieron a manos de la delincuencia organizada y “la corrupción en estados dominados en parte por el narcotráfico”.
El índice de impunidad se publica para conmemorar el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, que se celebra el 2 de noviembre, y calcula el número de asesinatos que no se han resuelto en cada país en un periodo de 10 años, y se consideran en la lista cuando no han sido solucionados o no se ha dictado sentencia contra los culpables.
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El estudio calculó que el 95% de las víctimas de asesinatos en el mundo ocurrieron a periodistas locales dedicados a cubrir las fuentes de política y corrupción. En al menos el 40% de los casos, los agraviados denunciaron de manera previa a su muerte, acosos y amenazas, y se llegó a la conclusión de que pocas veces las autoridades investigaron las amenazas y se les brindó protección.
Del 1 de septiembre de 2006 al 31 de agosto de 2016, el 30% de los periodistas asesinados fueron capturados para luego sufrir torturas. Sólo en el 3% del total de los casos se ha logrado justicia plena y el enjuiciamiento de los autores intelectuales, indica el reporte.
Somalia, Iraq, Siria, Filipinas, Sudán del Sur, México, Afganistán, Pakistán, Brasil, Rusia, Bangladesh, Nigeria y la India son los trece países en los que se han registrado más casos de muertes de periodistas y que han quedado impunes. México se ubica en el sexto lugar de la lista, y es el país en el que se reportan crímenes de la delincuencia organizada.
El informe retomó el caso de Rubén Espinosa, el periodista veracruzano asesinado el 31 julio de 2015, quien había denunciado acoso y amenazas de sujetos desconocidos, y tuvo que huir de su estado para refugiarse en la Ciudad de México, lugar en el que fue ejecutado. Aunque por este caso la fiscalía arrestó a tres probables responsables, diversas organizaciones periodísticas aún cuestionan la veracidad de la investigación.