Por Armando Reyes Vigueras
La lucha en el PAN por definir quién será el abanderado para la campaña presidencial en 2018, ha tomado un nuevo rumbo luego de que un grupo de militantes exigió al presidente nacional del partido, Ricardo Anaya Cortés, su definición acerca de sus aspiraciones respecto a dicha candidatura. Anaya aceptó dialogar con los inconformes y formar una comisión para analizar el tema.
Y es que en el blanquiazul los tiempos se han adelantado haciendo que se recuerde cada vez más la manera en que Vicente Fox obtuvo la candidatura en el año 2000, gracias a que adelantó el reloj electoral interno panista.
Como gobernador de Guanajuato, Fox Quesada anunció en 1997 su intención de competir por la candidatura presidencial del PAN, postulación que alcanzó en noviembre de 1999.
Ahora, el partido cuenta con dos aspirantes que han hecho públicas sus intenciones de competir internamente para ser candidatos a la Presidencia de la República en 2018: Margarita Zavala de Calderón, esposa del expresidente Felipe Calderón, y Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla. A esta lista se suma, más por la posición en la que aparece en encuestas sobre el tema y por las constantes apariciones en los spots del azul, el actual dirigente nacional Ricardo Anaya.
Militantes se han mostrado inconformes con la manera en que el queretano aprovecha el cargo para ser parte, así sea de manera no oficial, de los mencionados como posibles candidatos panistas, por lo que difundieron una carta en la que exigen que el jefe nacional defina si buscará o no convertirse en abanderado del blanquiazul en 2018, para separarse del cargo con el argumento de que no puede ser juez y parte en el proceso de elección interna del candidato presidencial.
Anaya no ha respondido como sus opositores internos quisieran —la mayoría de ellos vinculados con el expresidente Felipe Calderón—, aduciendo que estatutariamente no se está violando ninguna norma y que aún no son tiempos para iniciar los trabajos proselitistas con los integrantes del partido, pero aceptó crear una comisión —con mayoría de cercanos suyos— para dialogar sobre el particular y, así, despresurizar el tema.
Y esto es sólo una faceta de la batalla interna para 2018, en la que Rafael Moreno Valle aprovecha su posición como gobernador de Puebla, formando desde el año pasado comités de apoyo a sus aspiraciones en la mayoría de las entidades del país, además de darse a conocer en todo México gracias a apariciones en medios.
Margarita Zavala, por su parte, se apoya en su organización Yo con México, para promover su imagen y recorrer la república para mantenerse en la agenda de medios. Su posición en encuestas sobre 2018, en la que aparece en los primeros lugares, dan idea de los resultados que comienza a cosechar.
Anaya también empieza a tener mejores resultados en los sondeos sobre el tema, gracias al cargo que ostenta y a que es el protagonista de los spots que, por ley, corresponden al partido para sus actividades propagandistas.
La carrera azul para llegar a la meta en 2018 está en plena marcha, aunque esto implique subir de tono una pelea que puede afectar el principal sueño de muchos panistas: regresar a Los Pinos.