Por Irma Ortiz
El analista especializado en relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización, Alfredo Jalife también habla a Siempre sobre las consecuencias del arribo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Señala que habrá que ver como el hoy presidente electo norteamericano conduce a su país, “porque en realidad es un candidato anti establishment, que sepulta a dos dinastías del establishment: a los Clinton y a los Bush, que se aliaron en su contra y hubo un gran sector del partido republicano que lo quería quitar, nada más que se les cayó”.
Además apunta que Trump tiene contrapesos. Estados Unidos no se maneja de forma individual, y los principales contrapesos los va a tener en el seno del propio partido republicano, donde obviamente habrá un acomodamiento.
Lo que hay que ver, apunta, más allá de este personaje, es que aunque hubiera ganado Hillary, el trumpismo iba a ser un fenómeno muy fuerte, donde hay una alineación desde el punto de vista económico y demográfico.
Consecuencias en México
“A México le va ir muy mal, ya lo vimos con la devaluación del peso, además de que no les irá bien a grupos empresariales como Monterrey o a Televisa. El eje neoliberal maquilador Querétaro- Aguascalientes, va a padecer estragos porque si leemos bien la primera declaración de Donald Trump, se va ir sobre el rubro neo facturero, es decir, buscaría crear la infraestructura faltante en los Estados Unidos, estoy hablando de puentes, carreteras, trenes.
El gobierno se había dedicado más al ámbito financiero de Wall Street y hoy se irían a crear empleos, que es lo que más crea la manufactura, que va a ser alrededor de un trillón de dólares.
Esto provocaría una situación de doble filo, porque ahí entra la creatividad del gobierno mexicano frente a la situación que sufrirán nuestros migrantes. Primero, urgentemente habría que crear un ministerio de la migración; tomar medidas apropiadas para defender a nuestros paisanos, que no son pocos. Hablamos de 27 millones de mexicanos, que además con el crecimiento demográfico existente, se van a constituir en la primera minoría étnica de Estados Unidos en la próxima generación.
Luego está la situación de los ilegales, hay que saber negociar eso, no podemos entrar al manejo foxiano como cuando lanzaron su propuesta de reforma integral que llamaron la “enchilada completa”, cuando ni siquiera había enchilada y perdimos todo. Hoy vemos que ese gran error del entonces presidente Vicente Fox y de su canciller Jorge Castañeda, lo estamos pagando porque si en ese momento se hubiera resuelto —aunque a medias—, tendríamos menos problemas.
También ha fallado dramáticamente la diplomacia mexicana. El Senado que es el copartícipe de la política exterior, ya vimos el ridículo que hicieron algunos legisladores con las camisetas a favor de Hillary Clinton.
Se les olvida, que pueden estar alebrestando al supremacismo blanco, nacionalista, racista, porque hay que decirlo en esos términos, mañana podrían derivar en asesinatos de mexicanos.
El Muro
Es falso que Donald Trump construirá el muro, no es cierto, ya está construida la mitad o la tercera parte del muro. Basta recordar que en 2006, el congreso aprobó la Ley de la Barda Segura Secure Fense Act, proyecto de ley del republicano Peter King, de Nueva York. Fue la construcción de una muralla de 700 millas que cubría toda la frontera entre el estado de Arizona y México y algunas partes de California, Nuevo México y Texas.
La construcción se inició frente a las narices de Fox y de Calderón y quien lo aprobó en el senado estadounidense fue la entonces legisladora del partido demócrata Hillary Clinton, ¿a quién engañan?. Estamos en una grave situación de alerta y tenemos que ser muy creativos.
Hay que apelar al humanismo, demostrarle a este segmento blanco—como sucede también en México—, que están intoxicados por una pésima propaganda y decirles que los mexicanos no somos criminales, ni violadores.
Somos refugiados económicos que huyen de un modelo que también a ellos les ha hecho daño en Estados Unidos, a la clase media blanca.
Movimiento del tablero geopolítico
A nivel mundial, paradójicamente la nueva presidencia en Estados Unidos, le beneficia a Rusia. Habría un gran acercamiento, no olvidemos que entre éstas son las máximas potencias nucleares del planeta y eso por lo menos, aleja el panorama de una tercera guerra mundial.
Por otra parte, estoy enterado que se estaría planeando hacer una reunión entre China, Estados Unidos y Rusia, para formular el nuevo orden mundial tripolar.
A nivel mercantil, China es la gran perdedora y a nivel de Japón-Sudcorea, pueden perder el paraguas nuclear de Estados Unidos, eso es muy significativo. En el nivel comercial, adió a la asociación Transpacífico, a la Asociación Trasatlántica de Inversiones y el TISA.
Estado Islámico
Es una de las grandes alianzas con Rusia, se van sobre los yihadistas, lo sacó wikileaks, que los yihadistas fueron financiados por el mismo gigante industrial francés Lafarge, de Hillary Clinton. Se les acusa de financiar en secreto al estado islámico, eso lo reveló Juliane Assange. Es la derrota del yihadismo como arma estratégica en contra de Rusia, China e India, que poseen en su seno a grandes minorías islámicas.
Cuba
Cuba en estos momentos se está acomodando, es un legado de Obama positivo dentro de lo negativo que dejó y creo que no se van a mover de más en este momento a menos que haya una agresión directa de Donald Trump.
No perdamos de vista que en esta fase de caos global que lega Obama después de 8 años de gobernar, Vladimir Putin estaba buscando rehacer las bases tanto en Cuba como en Vietnam. Los Castro y la diplomacia cubana son muy hábiles y ellos sabrán acomodarse a la nueva situación y hay que reconocerlo, la situación de Cuba es más regional que global.