Migración guerrerense

Manuel Nava

Acapulco.- “Nos fuimos hace 24 años y no por gusto. No había trabajo y nos abarataron la copra. Ahora el gobierno nos dice que nos quiere, que nos va a proteger, que nos van a dar empleos… si no lo hicieron hace 24 años, no lo van a hacer ahora…”

Eloísa Abarca volteó a ver la foto familiar y su rostro reflejó una amargura que quiso diluir en un sorbo de café. Ella fue deportada hace dos años y sus dos hijos y su marido aún están allá: en Estados Unidos.

“El precio de la copra se vino abajo y nos empobreció a muchos. El aceite extranjero estuvo más barato que el nacional y la fábrica que estaba en San Jerónimo nos dejó de comprar la copra, la fábrica de jabón ya había cerrado. Solo quedaba vender coco para tomar”, siguió diciendo.

El viacrucis de Eloísa comenzó cuando se pasó un alto en Chicago y no pudo identificarse. La empresa pequeña de lavado de alfombras que inició allá, después de años de haber trabajado como afanadora en hoteles, debió quedar en manos del resto de su familia; de entonces a la fecha busca sobrevivir en la Costa Grande de Guerrero, en San Luis San Pedro, municipio de Tecpan de Galeana.

“Cuando nos fuimos, se abarató la copra, el café y el plátano. No había trabajo, se habla de guerrilleros que andaban en la sierra. Hoy no hay trabajo, hay narcotráfico y mucha violencia, cada mañana doy gracias de seguir viva y de que no se hayan metido conmigo.”

La historia de Eloísa puede ser repetida infinitamente si Donald Trump cumple su amenaza de expulsar a migrantes con antecedentes penales, lo cual se cierne como un factor que agudizará los problemas sociales ya existentes en la entidad. La migración hacia Estados Unidos es una constante entre los habitantes de las siete regiones de la entidad.

La reintegración de los posibles repatriados plantea retos para los cuales la entidad no está preparada: los cálculos más conservadores, indican que en diferentes ciudades de Estados Unidos se encuentran un millón 200 mil guerrerenses, 800 mil de ellos están concentrados en Chicago, Illinois. Sumados a los que radican en otras entidades del país, se tendría el equivalente a 60 por ciento de los más de 3 millones de habitantes en el interior la entidad.

De esa cifra, una tercera parte nacieron en esa entidad del sur mexicano y el resto son hijos de padre o madre guerrerenses; es decir, son guerrerenses de segunda o tercera generación, hijos de migrantes.

Imaginación y buena voluntad son los recursos mediante los cuales el gobierno del estado pretende encontrar la solución a un problema que termina por desbordarlo. Guerrero tiene fuera de su territorio una población que representa la mitad de la que aún vive dentro de él sin tener una respuesta adecuada a sus demandas.

La demanda en materia de salud, educación vivienda, servicios estratégicos como el abasto de agua potable, drenaje y energía eléctrica se convierten en problemas de carácter político que mantienen en vilo la entidad.

EL PASO, TEXAS 10ABRIL 2007.- Cientos de estudiantes, trabajadores agricolas, asi como una serie de ONG's que defienden los derechos de los migrantes hispanos, marcharon por las calles de esta ciudad fronteriza en protesta por las constantes redadas y deportaciones de que son objetos grupos de migrantes hispanos en este pais. En el evento que se llevo a cabo en la plaza de san Jacinto,los manifestantes portaron banderas mexicanas y de los Estados Unidos. FOTO: JOSƒ JOAQUIN MURRIETA/CUARTOSCURO.COM

Migración, un valor social

La entidad suriana es un alto expulsor de mano de obra no sólo hacia Estados Unidos, sino hacia entidades mexicanas donde los migrantes laboran como jornaleros agrícolas, y se trata de un fenómeno que se ha arraigado como costumbre e incluso como un valor social entre los jóvenes. Quien a los 17 años no se ha ido a trabajar fuera de la entidad, se le considera como insignificante.

De acuerdo con diferentes estudios académicos, la migración es un fenómeno cuyos antecedentes se encuentran en el inicio del siglo XX, provocado entonces por la lucha armada, que expulsó a campesinos, y la consecuente falta de oportunidades en los incipientes núcleos urbanos de la entidad.

Si bien hubo un flujo de migrantes guerrerenses en el marco del Programa Bracero que permitía el flujo regulado de trabajadores temporales a Estados Unidos entre 1942 y 1966, es a partir de la década de los años setenta cuando comienza el éxodo masivo y no tuvo retorno en la mayoría de los casos, y un 90 por ciento lo hizo sin papeles.

Durante el periodo de 1990 a 1993, 68.5 por ciento de los migrantes de esta entidad que viajaban a Estados Unidos lo hacían sin documentos, mientras en el periodo entre 2001 y 2005, ese porcentaje aumentó a 92.8. Se explicaba que dicho desplazamiento social era por la pobreza, sin embargo el mapa de las carencias extremas en Guerrero no corresponde en todos los casos.

Radican en Chicago los originarios de municipios de la zona norte, especialmente Taxco, Teloloapan, Iguala y Cocula; en Texas y el sur de California viven migrantes originarios de la Tierra Caliente; en Nueva York y Nueva Jersey los originarios de la región de la Montaña, mientras que en Georgia los nativos de San Marcos y en el sur de California los naturales de Acapulco y Costa Chica.

En los últimos años, la Costa Chica se ha convertido en una región expulsora de migrantes internacionales, producto de las crisis económicas recurrentes. Un número cada vez más considerable de afromexicanos migra hacia Estados Unidos.

Los lazos afectivos y comunitarios que los unen definen su distribución en el territorio norteamericano según su región de origen. De acuerdo con el número de matrículas consulares expedidas en Estados Unidos, los consulados con mayor registro de guerrerenses en 2013 fueron Chicago, Santa Ana y Los Ángeles, California, seguidos por Atlanta, Georgia; Houston, Texas, y Raleigh, Carolina del Norte.

 migrantes

Factores adicionales

A partir de 2000 a la fecha, la migración observa tasas crecientes a consecuencia del desempleo y la delincuencia organizada. La apertura comercial mediante el Tratado de Libre Comercio agudizó la crisis de los cultivos básicos en la entidad (maíz, copra, café y frutas).

Pero la confrontación cada vez más cruel entre los carteles del narcotráfico se traduce en abigeato, extorsiones y secuestros que llegan a multiplicarse cuando surgen grupos de policías comunitarias que obligan a numerosas personas a abandonar esas zonas.

Aunque una parte ha sido integrada a las labores de trasiego de enervantes y comercialización, las condiciones de violencia hacen que no se integren del todo a las células delincuenciales y emigren ante la posibilidad de represalias.

Particularmente los pueblos indios han encontrado en la migración internacional una estrategia de sobrevivencia, principalmente para satisfacer los elementos necesarios para el sustento familiar y comunitario.

 

Y volver, volver, volver…

Quienes fueron deportados durante el periodo de Obama generan otros conflictos que obstaculizan su reintegración al lugar de origen.

Los migrantes van asumiendo conductas e identidades producto del ir y venir de un lugar a otro, es decir, asumiendo roles de conducta que les provoca un comportamiento distinto a los que tenían en su primera salida, sufriendo cambios, primeramente en los lugares de destino y posteriormente en sus lugares de expulsión.

Los que retornan enfrentan necesidades de salud específicas, mientras que sus capacidades de trabajo han sido mermadas y su visión de la vida se ha alejado de las visiones de los que permanecieron.

Los jóvenes (en especial de  comunidades indígenas) no conocen el territorio, ni la estructura de gobierno comunal, ni las reglas y acuerdos comunitarios, tampoco participan en los espacios de información y toma de decisiones sobre los asuntos relevantes de las comunidades, las cuales son vistas como espacios donde su futuro no es viable.

 

Y además…

“Guerrero no está en condiciones para recibir al millón de migrantes o más que hay (en Estados Unidos), creo que al contrario, ellos han sido un sustento importante para sostener la economía de Guerrero. Aceptó Héctor Astudillo, gobernador del estado.

“Tenemos que ser observadores muy puntuales del comportamiento y de la ruta que siga el gobierno que entrará en funciones en enero en Estados Unidos. Como lo dije, seguramente tendremos que ir escuchando otro discurso, creo que se está empezando a escuchar otro discurso, pero no podemos pensar que nada va a suceder. El gobierno del estado tiene que prepararse y tiene que estar listo para salir en la defensa de nuestros paisanos”, insistió el mandatario.

De acuerdo con los datos del Banco de México entre enero y septiembre del año en curso, Guerrero fue el destino del 64.6 por ciento, 676 millones 822 mil 644 dólares (12 mil 947 millones 617 mil 179.72 pesos) de las remesas que ingresaron en el país y se concentran en diez municipios: Acapulco, Tlapa, Pungarabato, Iguala, Chilpancingo, Chilapa, Ometepec, Arcelia, Teloloapan y Huitzuco.