Si alguien pensara en qué sector se han gestado los hechos más impactantes de este año, sin duda alguna respondería que en la política. En junio, Gran Bretaña decidió abandonar la Unión Europea, abriendo un enorme boquete en el que ha sido considerado como el proyecto integracionista más grande de la historia. En octubre pasado, Colombia rechazó un plan de paz para poner fin a un conflicto bélico que ha causado 500 mil personas muertas en más de cincuenta años de inestabilidad. En noviembre, un empresario populista de derecha es elegido presidente de la nación más poderosa del mundo, en una de las elecciones más polémicas de su historia. Este viernes, Cuba se vistió de luto ante la muerte de Fidel Castro Ruz, fundador de esa república socialista que durante más de 50 años ha sufrido las constantes presiones de la Unión Americana.

Fidel murió a los noventa años sin poder ver el fin del bloqueo económico impuesto por Washington contra la isla; un hecho que ha durado más de medio siglo. Con él, se va el último de los dirigentes del socialismo real, que influyó en el pensamiento social de Latinoamérica a lo largo de la segunda mitad del siglos XX. Su hermano Raúl, en el poder desde 2008, anunció el fallecimiento del legendario padre de la revolución cubana, lo cual ocurrió a las 22:29 horas.

“En cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana sábado 26. La comisión organizadora de los funerales ha dispuesto nueve días de luto nacional, hasta las 12.00 del 4 de diciembre, en los que “cesarán las actividades y espectáculos públicos” y se celebrará un “acto de masas” en la Plaza de la Revolución de la capital cubana. “¡Hasta la victoria, siempre!”, dijo Raúl en su mensaje dirigido a su pueblo.

Tal vez pueda parecer una coincidencia, pero la muerte de Fidel tiene lugar sesenta años después de que zarpara a bordo del barco Granma, desde la costa mexicana de Tuxpan, en Veracruz, para iniciar el principal movimiento revolucionario exitoso en América Latina. El 25 de noviembre de 1956, se dirigió en compañía con otros compañeros de armas que eran Juan Manuel Márquez, Fausto Obdulio González, Raúl Castro, Juan Almeida Bosque, Camilo Cienfuegos y el más popular guerrillero de origen argentino, Ernesto Che Guevara. Se tenía planeado hacer el desembarco el 30 de noviembre pero debido al mal tiempo, la embarcación apenas pudo llegar a Playa La Coloradas, en el municipio de Niquero, hasta el 2 de diciembre de ese mismo año.

Su muerte llegó en un momento en que se había empezado a cristalizar una serie de acercamientos con Estados Unidos, principal enemigo político de la isla. Durante la administración del saliente Barack Obama se logró restablecer, hasta cierto punto, los vuelos y los cruceros a la Habana. Incluso ante una votación inesperada en la Asamblea general de las Naciones Unidas, que hace unas semanas condenó el bloqueo contra Cuba; votación en la que Estados Unidos, por primera vez en la historia, se abstuvo.