Esta es una secuencia de seis aspectos que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha proyectado a su pueblo, que al parecer reaccionó más en favor de una demagogia que de una conciencia crítica. Hoy más que nunca es preciso poner los pies en lo que el empresario-presidente quiere hacer de su país. Aquí se las presento, estimado lector:

Primera ficción: Estados Unidos seguirá siendo la economía más poderosa del mundo.

Inexacto. China ya lo superó en intercambio mercantil por segunda vez consecutiva (2014 y 2015). El país asiático, además de la primacía en el intercambio mercantil global, recuperó su tasa de crecimiento de 6.7%, mientras Estados Unidos, de acuerdo a la Reserva Federal, alcanzaría 2% en 2016 y la tasa de desempleo, cerraría con 4.9% en este año. Se estima que la dinámica financiera situará a la economía estadounidense en una inestabilidad constante, lo cual implica transferencia del mayor peso y costo de la crisis a los países subdesarrollados. Pese a la lenta y baja recuperación, el ingreso nacional, no ha regresado al índice previo a la crisis del 2001, como sí ocurrió en Alemania, que sufrió una recesión más profunda que la gringa y salió a flote. Cifras oficiales sobre el Producto Interno Bruto (PIB) prueban que la crisis es mayor, con caída de 5.1% en la productividad nacional y no 4.1% como se dijo. En estudio sobre la economía de Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) analizó las últimas diez recesiones de Estados Unidos. Basado en indicadores clave, concluyó que las dos crisis estadounidenses del siglo XXI (2000-01 y 2008-09) fueron las peores y no se prevé, una recuperación efectiva en el corto plazo. El ingreso promedio de los hogares norteamericanos cayó 3.6% entre 2001 y 2009 y se volvieron a desplomar en 2011, mientras la inflación repuntó y los salarios se mantienen en el mismo lugar. El FMI destaca el fracaso para crear empleos: en 1958, el 85% de hombres en edad de trabajar laboraban, en tanto hoy (con las mujeres como parte de la fuerza laboral) menos de 64% tendría empleo. El porcentaje de hombres y mujeres con empleo, es menor al registrado a inicios de los 80. Para la calificadora Standard & Poor’s, la deuda del gobierno norteamericano dejó de ser triple-A, mientras que para Lombard Street Research, el costo laboral unitario en la industria que cayó 2% en 2009 y 2.8% en 2010, no se ha recuperado hasta hoy.

Segunda ficción: EU es el adalid del libre mercado.

Falso. Estados Unidos es la antítesis del libre mercado. Siempre lo pregona, mientras cierra sus fronteras al mundo, como fiel heredero del imperio británico (quien se atreviera a cerrar sus fronteras “la escuadra inglesa se las abriría a cañonazos”). Estados Unidos, si usa el tráfico marítimo de cabotaje (o costanero) de México, pero prohíbe este rubro al exterior. Transgrede (amparado en la Jones Act, o ley marítima más proteccionista del orbe) toda regla mercantil en el tráfico marítimo de cabotaje o altura. Desvía cargas en tráficos de altura (o internacional) hacia su territorio; financia 50% la construcción de buques; salarios a tripulaciones, seguros y otras medidas de protección y subsidios. El tráfico aéreo tiene subsidio estatal: desde la crisis aeronáutica en 1995, pasando por los actos del 11 de septiembre del 2001. En esa ocasión, apoyó a sus aerolíneas (apegadas, salvo Continental, al capítulo 11 de la ley de quiebras) con más de 30 mil millones de dólares, para sacarlas adelante. Además de mantener empresas estatales como Delta Airlines y de sacar al sector a flote, no permite el cabotaje a firmas foráneas. Estas, en el mejor de los casos, llegan a “aeropuertos de conexión”, dejan el pasaje y se regresan sin desplegar tráficos directos en el interior del país de las barras y las estrellas, pero este, sí puede hacerlo con el cabotaje aéreo mexicano, por ejemplo.

CONTEXTO

Tercera ficción: EU es la potencia nuclear sin capacidad de réplica

Falso. Rusia supera a los gringos en ojivas nucleares y puede destruir a Estados Unidos del mismo modo que este puede hacerlo con el primero. Si tomamos en cuenta esta premisa, nos lleva a un callejón sin salida, nunca existió y hoy (que se ha vuelto más una alegoría siniestra del pasado) menos que nunca, El poderío nuclear ya no juega en favor de Estados Unidos.

Cuarta ficción: EU posee la educación de mayor calidad en el planeta

Falso. Estados Unidos, deambula hoy entre el 17º y 21º lugar en el mundo. Datos de Pearson (del Financial Times) y Economíes Intelligence Unit (EIU), en 2015 Estados Unidos se ubicó en el lugar 17º, por debajo de Rusia. En el 2010, la UNESCO, le dio el sitio 26º en educación para adultos. El año pasado, la OCDE no incluyó al país entre los primeros 10 del globo en el rubro. En 2012, PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) de la OCDE misma, le dio el sito 24 en Lectura, 28 en Ciencias y, 36 en Matemáticas. Lo anterior, sin negar que los estadounidenses tienen universidades de prestigio global (como Harvard y el MIT o Instituto Tecnológico de Masachussetts). Sólo personas de doble moral y discurso, como el panista Ricardo Anaya, dicen estar en favor de mejorar la educación en México y señalan al sistema educativo nacional (SEN) por su baja calidad, mientras tanto sus hijos estudian en Estados Unidos y él casi vive en ese país. Se crece a partir de sí mismo y amando lo propio, no a la inversa.

Quinta ficción: EU provee la seguridad global como paladín de la libertad

Falso. Estados Unidos quita la libertad total a cambio de inseguridad ficticia, misma que vende al costo más elevado (incluida la dignidad). En sí misma, la seguridad es más superstición o componente ideológico (seguridad implica libertad y a la inversa), que realidad concreta. El mundo se esfuerza por conseguir seguridad y busca con afán protección de riesgos invisibles que le preocupan, aceptando que quien la brinda (Estados Unidos) lo hace coartando primero la libertad. Recurrir al Estado en búsqueda de seguridad, conlleva a la pérdida de libertad del individuo. En este orden, es conocida la advertencia de Benjamin Franklin: “Aquellos que renuncian a una libertad esencial, para conseguir un poco de seguridad momentánea, no merecen ni libertad ni seguridad”. Si no tienes la una, no tienes la otra. Donde Estados Unidos ofreció seguridad para evitar el peligro, coartó libertad y creó más inseguridad: Irak, Afganistán, Libia, entre muchos otros países.

Sexta Ficción: EU es el imperio divino que pervivirá por todos los tiempos

Falso. Estados Unidos es un imperio que se cae a pedazos y ni siquiera es capaz de manifestar (no digamos de convencer) sobre esa ficción. Por el contrario, vive su mayor crisis de credibilidad como el país de la iluminación y paraíso de la democracia. Es la crisis del destino manifiesto (1821), cuyos postulados, son:

La virtud de las instituciones y ciudadanos de Estados Unidos. Hoy, la virtud de las instituciones (vocablo que, por cierto, repiten y defienden PAN y PRI) no son las mejores y creíbles ya del orbe. Tampoco, los ciudadanos estadounidenses, son ejemplo a seguir: violencia, vicio, racismo, etc.

Extender las instituciones, rehaciendo el mundo a imagen de Estados Unidos. Las instituciones de este país, sólo han hecho una cruel copia y vestigios de guerra, simulación, corrosión e impunidad, por todos lados.

La decisión divina de encomendar a Estados Unidos la consecución de esa misión. Esa misión, llegó a su ocaso y Dios parece no tenerles un ápice de confianza en la extensión de su credo, el cual Estados Unidos ha transformado en asesinato masivo y global a nombre de la religión. Como podemos ver, lo único cierto son las mentiras estadounidenses vendidas como verdades, hechas añicos por la realidad y su constante transformación. Estados Unidos ha fracasado en la forja de una máscara de justicia celestial, al convertirla en castigo y destrucción en el mundo

CONTEXTO