Nora Rodríguez Aceves

Tras el llamado del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, para regular la actuación de los militares en tareas de seguridad pública,  nuevamente se pone sobre la mesa el debate de la tan esperada Ley de Seguridad Interior que permita proteger tanto a los ciudadanos como a las Fuerzas Armadas.

No es la primera vez que el general Cienfuegos expresa su molestia por que el Ejército realiza labores de seguridad pública que corresponden a la policía, cuando su función primordial es defender la integridad, independencia y soberanía de la nación, así como garantizar la seguridad interior del país.

El Ejército mexicano ha desempeñado estas tareas por más de 10 años para compensar la ineficacia policial, sin un marco normativo que las regule y las proteja del escarnio y acusaciones, muchas veces infundadas, por parte de la opinión pública y de los organismos no gubernamentales nacionales e internacionales de derechos humanos.

Urge regular la actuación de los militares —aunque hay voces que aseguran que hay intereses particulares y partidistas que se interponen para que esta discusión se lleve a cabo— en un corto plazo, y en su momento la aprobación de dicha ley, incluso algunos acusan directamente a la izquierda y organismos pro derechos humanos.

Luis Humberto Fernández.

Luis Humberto Fernández.

Luis Humberto Fernández, senador del PRD, asegura a Siempre! que “no hay una resistencia per se, no la detecto, el hecho es que hay dos iniciativas, una del senador Roberto Gil y otra del priista César Camacho en Cámara de Diputados”.

El PRD presentará su iniciativa en los próximos días, estamos trabajando y no veo una resistencia de fondo, es un tema que se ha venido manejando desde hace más de 10 años, pero hasta ahora que el secretario de la Defensa alzó la voz, se convirtió en un detonador para estudiar, analizar y, sobre todo, legislar.

El PRD está a favor de que las Fuerzas Armadas tengan las herramientas jurídicas necesarias, pero esta reforma por sí misma no resuelve el problema de seguridad. “Estamos a favor de que haya una Ley de Seguridad Interior; de que haya un proceso legal que permita la participación del Ejército en acciones de seguridad interna. El punto es que esta ley en específico hoy no existe, no hay un dictamen de ley que se pueda aprobar, estamos en favor de legislar sobre el tema y tenemos una absoluta coincidencia con lo señalado por el secretario de la Defensa Nacional, pero esta ley, tal cual, no existe. Tendríamos que ver cuál es la redacción y cuáles son los contenidos y a partir de eso tener una posición”.

 

Consenso parlamentario

En este momento, todavía no hay acuerdos explícitos entre los grupos parlamentarios sobre cómo procesar el  tema de la Ley de Seguridad, la regulación de la participación del Ejército en actividades que no son constitucionales. Hay una idea, una urgencia, pero nada más.

El tema es complejo, porque de lo que se está hablando es ¿cómo retirar al Ejército de la calle?; el punto es,  ¿con qué se remplazará? ¿Cómo cumplir las obligaciones del Estado en materia de seguridad?  Y es que el Ejército no fue creado para combatir delincuentes, está en la calle por una deficiencia de las autoridades civiles en la persecución del delito y la aplicación de la seguridad.

El problema no es la participación del Ejército, sino la seguridad. Cómo generar instrumentos, si el Ejército está en la calle debe tener instrumentos legales, y si no lo está, que las autoridades civiles puedan hacer frente a estas condiciones tan delicadas, no se trata nada más de sacarlo.

El legislador señaló que tanto la Ley de Seguridad Interior como la del Mando Mixto son importantes. Esta última, apuntó, fue una urgencia y sin embargo no ha salido del congelador de los diputados. El peor de los mundos sería legislar sobre la regularización del Ejército y que no salga la modernización de la policía, sería muy irresponsable, generaríamos un vacío tremendo, son piezas que deben ir de la mano: mando mixto, seguridad interior, temas vinculados a otros, como la Ley de la Fiscalía General, es un paquete sobre cómo darle al Estado mexicano instrumentos legales para enfrentar el reto de seguridad.

 Fuerzas armadas

Mando mixto

No es que se condicione la aprobación del mando mixto a la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional o que se le den largas, “es un tema muy complicado, que tiene muchas consecuencias y sería un acto de soberbia suponer que se escucharam todas las voces, que se procesará toda la información, que se entendiera y que se legislará sobre el tema de manera tan apresurada, sin tener nuevamente el mando mixto.

Si no se tiene la parte de las policías es muy complicado hablar del tema de la seguridad interna, porque nada más se hablará de una parte y se necesita abordar también el tema de las policías, hay que resolver ya este tema para tener elementos, porque en este momento no los hay.

En el Senado hay una iniciativa presentada, pero se necesita escuchar todas las voces y conocer las posiciones de todos partidos, por tanto no hay elementos para legislar en un periodo extraordinario. Cuando se va a un extraordinario normalmente se tienen dictámenes, o por lo menos posiciones muy aproximadas, que en este caso no las hay.

Además, no hay un tiempo límite, y con esto de los términos, hay que ser muy cuidadosos, si uno pone un término es para cumplirlo, es una prioridad, es un tema que debe estar en la agenda inmediata, pero también las prisas en estos casos son malas consejeras, nunca hay tiempo para hacer las cosas bien, pero sí hay tiempo para hacerlas dos veces. Estará cuando estén los materiales y las iniciativas y se escuche a quien tenga que participar, debe ser en el próximo periodo, sin prisas pero sin pausas.

No hay intereses de carácter político electoral, “este interés es superior a cualquier tema, hablamos de la viabilidad del Estado mexicano, sería muy desafortunado poner otro tipo de intereses por arriba, es un tema que merece la mayor atención y la mejor prueba es que lo estemos hablando y tendrá toda la atención de los medios y toda la atención de la sociedad.

 Fuerzas Armadas

Si militares dicen:  ya no

En el supuesto de que la falta de un marco legal provocara que los soldados puedan pensar “si le entran a seguir enfrentando a estos grupos del crimen organizado como el riesgo de ser procesados por delitos que tengan que ver con derechos humanos”, como lo señaló el general Cienfuegos, “es un supuesto que no vería. Lo importante es señalar la nobleza institucional que es un tema muy muy importante destacar, que el secretario de la Defensa pida una ley adecuada para hacer su trabajo es muy importante, porque la tendencia de los ejércitos en América Latina y en prácticamente todo el mundo, es buscar estados de excepción para ampliar su poder, en este caso no es así.

El general secretario no está pidiendo ni desaparición de poderes ni suspensión de garantías, no está buscando un Estado excepcional, está buscando una ley que les dé cobertura, lo que muestra el talante institucional y la disposición del Ejército a apegarse a la ley. Es lo más importante, el Ejército mexicano es una institución sin duda de lealtad a la nación.

 

Propuesta perredista

El Grupo Parlamentario del PRD en el Senado presentará su iniciativa en la materia en próximos días, por eso a nivel personal, lo que se debe considerar “son varios elementos: primero, ¿cuándo se habla de seguridad interior? ¿Cuándo se habla de seguridad nacional? ¿Cuándo se habla de seguridad pública? Tres elementos diferentes. ¿Cuáles son los hechos o situaciones que pueden detonar la intervención del Ejército en ciertas zonas del país para apoyar en labores de seguridad?

La segunda parte es muy importante, ¿cuál es el proceso para que se apruebe esta intervención del Ejército? Si debe ser una orden ejecutiva del presidente de la república o si debe ser una orden que pase por los parlamentos. Hay que definir cuál es el proceso más conveniente.

Por último, estas intervenciones deben tener una fecha de terminación o una fecha en la cual se tenga que renovar o concluir para no tener al Ejército de manera permanente. Esto va de la mano con una evaluación y responsabilidades de lo que haya pasado: ¿qué fue?, ¿si tuvo un efecto positivo o un efecto negativo? ¿Hay responsabilidad de alguien? ¿Cómo cerramos el capítulo? De forma que no haya impunidad ni tampoco injusticia para ningún miembro de las Fuerzas Armadas que participe en estos casos.

Acepta que así como hay coincidencias, también hay diferencias, “lo tenemos muy claro, pero aún no lo puedo comentar hasta que se presente nuestra iniciativa, hay coincidencias amplias, pero también diferencias de fondo”.

“No lo podría adelantar, no está decidido, sería irresponsable de mi parte, porque puedo decir algo que a lo mejor no se queda en el texto o cosas que a lo mejor ahora están y después las movemos, estamos  en un proceso de construcción”.