Gerardo Yong

El millonario Donald Trump está a menos de un mes de convertirse en el presidente número 45 de Estados Unidos. Se trata de uno de los más grandes empresarios de ese país, al que durante su campaña electoral se le cuestionó su falta de pericia política. Trump apoyó a notables figuras, como al presidente Ronald Reagan, en los años ochenta, y a otros como Mitt Romney, otro empresario como él que fue gobernador de Massachusetts y se postuló a la presidencia por los republicanos en 2012, sin llegar al poder.

Para Valeria Marina Valle, investigadora del Centro de Investigaciones de América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), resulta incorrecto desestimar que un empresario pueda llegar a la presidencia de la Unión Americana, pues es tanto como ignorar que Estados Unidos se ha formado básicamente sobre un sistema empresarial; el capitalismo puro.

Valeria Valle: un proceso electoral totalmente distinto

“Nada más con ver el proceso electoral podemos darnos cuenta de que hemos estado en un error al tratar de definir a políticos por un lado y a los empresarios por otro. Si lo recordamos, se decía que en este proceso electoral se enfrentaban dos candidatos muy diferentes: una persona ajena a la política y otra con mucha experiencia que podría haberse convertido en la primera mujer presidente de ese país”, comentó la investigadora.

“Por varias razones este proceso electoral fue muy distinto a otros y puso en vilo no solo a Estados Unidos, sino a los países vecinos y al resto del mundo. Pero lo que muchos no quisieron ver fue que, tanto uno como otro, eran en realidad hombres de negocios y además millonarios”. El simple hecho de haber sido donante de diversos candidatos presidenciales tanto republicanos como demócratas, Trump se convirtió en un experto para visualizar el negocio más grande del mundo: el del poder. Es por ello que, tarde o temprano, incursionaría en la política, hecho que quedó reflejado en una simple caricatura estadounidense como son Los Simpson.

Carlsen: Trump, beneficiado por TLC 

Para la directora del Programa de las Américas, Laura Carlsen, quien además es especialista en ciencias políticas por la Universidad de Stanford, solo basta con recordar por un lado a un Trump que se ha beneficiado millonariamente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y por otro, a una Hillary Clinton quien, junto con su esposo Bill, son la cabeza de la Fundación Clinton que opera desde 2001, la cual maneja grandes cantidades de dinero proveniente de donaciones.

“El problema de las campañas electorales en Estados Unidos es y ha sido el dinero que las financian. No olvidemos a otras figuras en donde las grandes corporaciones transnacionales pueden tener una influencia tanto en el desarrollo de la campaña como en los resultados de las elecciones”, indicó la experta.

La visión empresarial de Donald Trump es de linaje, es decir proviene desde su bisabuelo hasta su padre; todos ellos se dedicaron al comercio de bienes raíces. Al igual que ellos, Trump hizo de ese sector la órbita principal de su éxito en los negocios.

Rita Hernández: la aberración a los migrantes

Según la internacionalista por la UNAM, Rita del Pilar Hernández Pacheco, el poderoso hombre que ahora es Donald Trump es el resultado de al menos tres generaciones que definieron su camino en ramos de negocios específicos que han trascendido tiempo y espacio. “El abuelo Frederick Trump, ciudadano alemán, se instaló en Estados Unidos y durante la fiebre del oro tuvo la visión de poner en un lugar estratégico comida y diversión para aquellos que en ese frenesí requerían atención y contacto humano tras las largas jornadas de trabajo”, afirmó la también experta en filosofía transgeneracional. “Hizo de la compañía femenina una fuente de ingresos que hasta la fecha le ha permitido a Donald Trump entender que la mujer es para él una fuente de valor inagotable, basta con mirar los exitosos programas de concurso de belleza y el tono mediático con que se ha planteado la vida de sus exesposas y de la actual. ¿Dónde puedes encontrar tú el valor agregado que corre en tu familia, ese que te permita retomar la herencia en términos positivos y crecer a través de reconocerla sin juicio? No puede existir certeza individual si no conocemos los aciertos de nuestro linaje y los asumimos en cualquiera de las variantes que como nuevos seres somos. Es formidable conocer las historias de éxito de nuestros ancestros, porque nuestra vida es producto de esas hazañas”, comentó.

Una situación que marcó profundamente su campaña electoral, según Rita del Pilar, fue su tenaz aberración a los migrantes, especialmente a los mexicanos, a los que señaló como violadores y delincuentes pero, sobre todo, por quitarle el empleo a los trabajadores estadounidenses.

“Donald Trump es nieto de un inmigrante, siempre será así y como tal habrá que reconciliar la historia de su abuelo con su presente actual, eso que le molesta desde su mirada inconsciente al encontrar cierto tipo de migración es, sin duda, una oportunidad para reconocer seguramente a aquellas personas que atravesaron su historia familiar en esa época y que su vecino cercano le proyecta, indicó la internacionalista. “Pero para nosotros, mexicanos, a simple vista este hombre nos brinda también la oportunidad de conocer más acerca de nuestra identidad, no somos puros tampoco, pero no hemos querido reconocer todas los elementos que forman nuestra mezcla, entre ellas la española que pretendemos omitir a cada paso”.

Rodríguez Padilla: juego de hegemonías

Su éxito en los negocios es producto de una visión empresarial que se ha expandido hacia otros sectores, además del inmobiliario y los medios de comunicación, el espectáculo y, por supuesto, el mercado energético. Trump no solo invertía en estos sectores sino que analizaba claramente qué beneficios implicaba obtener de estos y cómo consolidarse en ellos.

Para el catedrático de la UNAM Víctor Rodríguez Padilla, Trump es un tipo que tiene una forma muy difícil de hacer negocios, es cambiante y hasta inestable, lo cual genera la incertidumbre que se ha percibido desde que estuvo en la campaña y ahora desde que logró la victoria que lo llevará a la Casa Blanca. Esas mismas cualidades se pueden reflejar en el equipo presidencial que ha elegido y con la gente que lo rodeará.

“Está armando un equipo que es muy conservador, está tan interesado en el mercado energético que no le importa incumplir con las políticas de cambio climático, por ello va a impulsar todo lo que es el sector de hidrocarburos y sus derivados. En general, es un equipo muy conservador, hasta cierto punto, frívolo, poco interesado en el medio ambiente, algo que para Europa es muy importante, pues lo consideran contrario a los negocios”, comentó el especialista.

“Lo primero que hay que decir es que Trump acaba de nombrar como secretario de Estado al director gerente de Exxon Mobil, Rex Tillerson, quien tiene una fuerte relación en Rusia, ya que ExxonMobil tiene muchísimas inversiones en ese país y por lo mismo ha sostenido muy buen trato con Vladimir Putin. De hecho, ExxonMobil es dueña de una parte de la gran compañía publica rusa Rosneft. La idea que tiene Trump al colocar a Tillerson es que haya alguien especial que se dedique siempre a mantener la política energética en la más alta prioridad y en todo momento”.

Según el experto, quien además es autor del libro Reforma energética en México, la lectura que está emanando de la política de Trump es el juego de tres hegemonías, la de Estados Unidos, la de Rusia y la de China. Para Rusia, China es un aliado natural, pero uno se preguntaría por qué Moscú se está acercando a Washington en una acción que pareciera ir contra Beijing.

“Rusia y Estados Unidos tienen una frontera común en el Ártico y con las políticas de Trump de facilitar cualquier cosa de exploración y producción, pues seguramante va liberar los permisos para que se pueda perforar allá. El problema es que hay límites fronterizos no muy bien definidos y en medio de conflictos y arbitrios internacionales. La alianza de Estados Unidos con Rusia se enfrenta directamente en el Ártico. Sin embargo, ambos coinciden en que de lograr la superioridad energética mundial, los precios de los energéticos subirían; eso es algo que a ambos les conviene”, explicó.

En este aspecto, Rodríguez Padilla recomendó ser prudente en la percepción que se tenga del acercamiento entre Estados Unidos y Rusia, pues según “él no surge de la noche a la mañana el hecho de que los grandes enemigos desde la Segunda Guerra Mundial y luego en la Guerra Fría puedan llegar a ser tan hermanos”, dijo. “Hay puntos de conflicto que también es preciso evaluar y entre estos se encuentran el mercado energético y el juego de las hegemonías entre Estados Unidos y China, con Rusia en medio”, puntualizó.