La belleza, la búsqueda estética, las cosmogonías, las técnicas artísticas y las policromías de esculturas grecorromanas y piezas originales mesoamericanas es lo que puede apreciar el espectador en la exposición El color de los dioses, a través de piezas del mundo griego y romano, así como del universo mesoamericano.
El montaje que se realiza en el marco del Año Dual México–Alemania 2016-2017 busca recrear la experiencia del color original de la misma forma en la que la vieron sus creadores, con lo cual se rompe, más allá de culturas y épocas, uno de los grandes paradigmas de la historia del arte universal.
Esta muestra que se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes desde el 11 de octubre, permanecerá hasta el domingo 8 de enero de 2017, la cual ha recorrido más de 20 países de Europa, Asia y Norteamérica, y se exhibe por primera vez en América Latina, para lo cual se hicieron adecuaciones al incluir piezas precolombinas de las culturas teotihuacana, mexica, maya y tolteca, con las que se muestra el uso de los colores.
El color de los dioses. Policromía en la antigüedad clásica y mesoamericana se basa en el resultado de una investigación sobre la antigua policromía, realizada especialmente por el arqueólogo alemán Vinzenz Brinkmann desde principios de 1980 y con la cual se tiene como propósito mostrar al público, a través de reconstrucciones policromas de esculturas y piezas originales, la manera como estas grandes civilizaciones utilizaron el color.
Al recorrer la exposición, se aprecian piezas como la divinidad del pulque del Templo Mayor, el león de mármol de una tumba griega del siglo IV a. C., así como la cabeza de piedra de una niña encontrada en un templo de Etruria, Italia, del siglo VI a. C., la figura de la diosa Atenea del templo de Afaya Eginia de Grecia del año 480 a. C.
También un video que explica que del año 200 al 900 d. C., durante el periodo clásico mesoamericano, se desarrollaron los estilos característicos de Teotihuacán, la zona maya y Oaxaca, donde cada color se erige con una cualidad distintiva de acuerdo con cada cultura.
En las diversas secciones se narra cómo los análisis científicos de cada pieza se iniciaron hace más de 30 años y que incluyen fluorescencia de rayos X, espectroscopia de absorción ultravioleta y análisis de los pigmentos por difracción, todo ello para identificar la composición de los colores que se usaron en cada una y el envejecimiento de aglutinantes orgánicos que se conservan en el tiempo.
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