A menos de dos semanas de asumir el poder en Estados Unidos, Donald Trump lanzó una ofensiva contra varias firmas automotrices para desistan de llevar a cabo proyectos en México y en su lugar se reposiciones en suelo estadounidense. Entre estas figura General Motors, que fabrica el modelo Cruze en un planta de Coahuila. Este lunes, la directiva de esta empresa respondió al próximo mandatario de la Unión Americana que continuará con sus planes de expansión en México, pese a sus amenazas de imponer un superimpuesto fronterizo por acceder al mercado americano.
Mary Barra, directora general de General Motors (GM), afirmó que las decisiones de capital en la industria se estudian, analizan y programan para asumirse con al menos dos años de anticipación. En suma, GM se queda en México, donde seguirá fabricando su línea de vehículos pequeños.
Afirmó que la estrategia de General Motors tiene más en común con los objetivos de Trump en comercio y empleo, de lo que difiere en las posturas del mandatario electo.
“Estoy muy ansiosa por ser parte de una solución que le permita al país fortalecerse de la manos de los comercios, junto con nuestra capacidad de manufactura”, dijo en un evento en el marco de la presentación de la nueva camioneta GMC Terrain.
Asimismo, anunció que la producción de la Terrain se trasladará a México desde una planta en Ingersoll, Canadá, para los modelos más recientes. La fábrica de Ingersoll retendrá la producción del Equinox, la camioneta deportiva de mayores ventas de GM.
Por su parte, Ford que había cancelado recientemente sus planes para construir una fábrica de modelos pequeños al sur de la frontera, que daría al menos 700 nuevos empleos en Michigan, aún planea trasladar la producción del compacto Ford Focus a una planta que ya existía en México.
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