Irma Ortiz

¡Se rompió la gobernabilidad!, advirtieron algunos analistas políticos. Las señales eran más que evidentes luego del gasolinazo del primero de enero y de la incapacidad del gobierno federal para hacer frente a la crisis: movilizaciones de protesta en diversas entidades, vandalismo, toma de gasolinerías, cierre de carreteras. Y es que la gasolina Magna subió 14.2% mientras que la Premium 20.1% y el diésel 16%; las protestas buscaban revertir la medida. Las redes sociales incendiaban Internet.

Luego, mensajes gubernamentales que no tuvieron ningún efecto en la descontenta ciudadanía y la firma de un acuerdo, donde no estaban todos los actores políticos y económicos del país. Un acuerdo muy criticado que evidenció la falta de liderazgo presidencial.

Después se dieron pronunciamientos como el de la Coparmex —que no firmó el acuerdo y mantiene hasta ahora sus diferencias con el Consejo Coordinador Empresarial— que estableció la agenda, mientras que del jefe de gobierno capitalino anunció sus propias medidas.

Vendrían pronunciamientos de gobernadores en contra del gasolinazo, algunas más abocadas a sacar provecho mediático de la situación, como también fue el caso de algunos legisladores, quienes la habrían aprobado en octubre pasado dentro de la ley de ingresos.

¿Está rota o no la gobernabilidad en nuestro país?, la pregunta de Siempre! es al politólogo Luis Carlos Ugalde, extitular del Instituto Federal Electoral y hoy director de la consultoría Integralia.

Es una crisis más aguda y profunda que en otras ocasiones pero hay gobernabilidad. En días pasados se salieron de control algunas zonas, hubo saqueos pero no ha sido una situación permanente. El que haya habido saqueos es una señal de que puede haberlos otra vez y hay que tener cuidado. Para que haya gobernabilidad tiene que haber legitimidad del gobierno, que es muy escasa, tiene que haber prevención de las policías que en muchas regiones del país es muy deficiente y una buena conducción del país,  que tampoco la ha habido.

Sin embargo, concluir que la gobernabilidad está rota me parece un exceso pero también hay que alertar sobre los signos que hay sobre los recientes saqueos, que son los primeros que se dan desde hace mucho tiempo y que no se habían visto de esta naturaleza en todo el país.

Cuando sucedió lo de Ayotzinapa o cuando se han dado las manifestaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, hemos visto provocación, desafío a la autoridad y el bloqueo de vías públicas, pero han sido grupos específicos de orígenes específicos y en este caso, se trató de muchos grupos en todo el país. Es una alerta a la que hay que darle seguimiento.

El enojo de la sociedad, el hartazgo social, las movilizaciones ¿ponen en peligro la estabilidad?, ¿hasta dónde?

No lo sabemos, todo esto es muy preliminar y es muy importante no especular. Se trata de las manifestaciones más amplias que se han dado en México, incluso más que las de Ayotzinapa, porque esas estaban concentradas en una causa, en un segmento social y en algunas regiones como Guerrero, en la Ciudad de México y otras concentradas en un segmento de la población. La situación actual juntó a segmentos de bajo ingreso, clases medias, redes sociales en casi todos los estados se incorporó a diversos grupos sociales.

Se trata de las manifestaciones más relevantes ocurridas en mucho tiempo. La pregunta es si permanecerán y se convertirán en un instrumento real de presión política o si puede derivar en una suerte de insurrección, de revuelta, de ingobernabilidad. Son dos cosas diferentes, una es que las organizaciones presionen políticamente, que sean ordenadas, que duren un tiempo y eso haga que los políticos tengan que hacer cambios y otra cosa es que se conviertan en vandalismo en ingobernabilidad, en presión, enfrentamientos, todavía no sabemos qué va a ocurrir.

Luis Carlos Ugalde

¿Qué esperar del acuerdo que se firmó, muy criticado, sin claridad en los ajustes y falto de una lucha seria en contra de la corrupción?

El acuerdo firmado en Los Pinos es irrelevante porque no ataca causas de fondo, creo que el acuerdo que propuso Coparmex sí es un acuerdo de fondo, una agenda que ataca los problemas de fondo y el descontento social. Habría que discutir la agenda de Coparmex, que sí va al fondo de los temas y va a ser una buena parte de la agenda de discusión de 2018.

Otro fenómeno son los gobernadores que son un buen ejemplo del manejo de corrupción y hoy vemos que se dan golpes de pecho y piden que a los partidos se les recorte el presupuesto. Una guerra de declaraciones sin volver a llegar a nada.

No tengo idea, lo he leído aunque me parece atractivo que el gobernador de Jalisco lo diga y también el mandatario de Nuevo León que proponen reducir el financiamiento de los partidos. Está bien, porque están leyendo el sentir de la gente quizá de manera tardía, pero se están dando cuenta que en el fondo lo que la gente quiere es que haya reciprocidad en el esfuerzo, en el sacrificio.

Todos queremos tener una clase política más honesta, menos privilegiada, si eso no se resuelve y la gente no percibe que su clase dirigente es sensible, honesta, sobria, no pueden gobernar, deben poner el ejemplo. Muchos lo están leyendo pero el gobierno no leyó esa parte simbólica y perdió la oportunidad de lanzar una agenda de ese tipo.

Un objetivo claro y concreto es el tema de reducir privilegios, reducir el financiamiento de los partidos políticos en un monto responsable y alrededor de esa petición ciudadana se pueden hacer las reformas necesarias para reducir el mundo de los privilegios de la clase política.

Sin embargo, esta reducción a los partidos, por sí misma, no resuelve problemas pero sería el inicio simbólico de una discusión para reducir un mundo de privilegios que ha generado corrupción, que atrae a los gobiernos locales —sobre todo a algunos personajes— para que en lugar de desempeñar un servicio público, van a servirse del presupuesto con fines personales. Esa degradación de los cuadros gobernantes en nivel estatal y local en todo el país es una de las causas —no la principal— que explica el enorme problema de desconfianza a la clase política.

Trump, sus declaraciones y los efectos que tienen en nuestro país. Sus amenazas económicas, ¿hasta dónde esto nos puede seguir dando la puntilla?

Va a ser un dolor de cabeza por mucho tiempo. Al final del día el interés común de México-Estados Unidos en materia comercial va a prevalecer a pesar de la retórica y el impacto va a ser menos grave de lo que pensamos en materia comercial— el tema más importante— pero va a haber muchos gritos, sombrerazos, ofensas, pero hay que esperar es muy preliminar para saber que va a ocurrir en ese tema.

Usted señala en el informe de Integralia que esta situación va a tener repercusiones en cuanto al debilitamiento del PRI. Ya están en la antesala las elecciones de este año, particularmente en el Estado de México que es la joya de la corona. ¿Cómo ve la situación?

Es muy preliminar, es cierto que el PRI en intención del voto ha caído a nivel nacional y está en segundo lugar y el gasolinazo en la próxima medición pondrá al PRI más débil en la intención del voto pero en el caso del Estado de México en particular, no lo sabemos, porque ese partido es muy poderoso en la red de movilización del voto, es muy sólida.

El gobernador mexiquense es un operador político sofisticado, así que no sabemos. Impacta negativamente al PRI pero no es sinónimo de que vaya a perder en el Estado de México, no lo sabemos. Sin embargo para el 2018, sí creo que debilita al PRI y le quita al gobierno las banderas para poder seguir en la presidencia, sin duda.

También alienta al populismo que es de soluciones fáciles, hay que checar el gasolinazo como dice López Obrador pero luego quién paga esos 200 mil millones de pesos ¿quién los paga?, el problema del populismo es que ofrece soluciones sin ir al fondo de los problemas y acaban por agravar la realidad.

Un informe de inteligencia de los Estados Unidos señala que si las reformas de Peña no reducen las brechas económicas habría la posibilidad de que la gente se fuera por una opción de izquierda. ¿Andrés Manuel López Obrador?

Yo hablo de populismo y populismo de cualquier signo de izquierda si es una izquierda responsable qué bueno, pero también hay otros, por ejemplo, Javier Corral ya empezó a decir que iba a importar gasolina de Estados Unidos y ni siquiera eso se puede.

El riesgo es ofrecer soluciones falsas, parece que el gobierno ha sido muy responsable al decir la alternativa que significaría revertir el gasolinazo y no se puede aplicar, fue una medida responsable.

El error del gobierno radica no en la liberalización del precio de la gasolina si no en que no ha hecho la tarea en otros frentes como la corrupción, como es reducir privilegios, como es comunicar bien sus decisiones pero en la política pública de liberalizar el precio de la gasolina fue muy responsable.

Claro, podemos discutir porque no empezó hace 3 años y entrar en otras cosas pero me parece que es la ruta responsable y correcta. Aquí cabe señalar que un populista nunca hubiera tomado esta decisión y el país hubiera seguido alimentando una bomba de tiempo que crece cada vez más y con mayores costos para todos.