Centenario de la Constitución

Carlos Alberto Pérez Cuevas

 

Comprendí que los que deseábamos un cambio en el

sentido de que se respetara nuestra Constitución,

y que esta fuera un hecho, nada debíamos

esperar de arriba y no debíamos confiar

sino en nuestros propios esfuerzos.

Francisco I. Madero.

Hoy se cumplen cien años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de 1917. Que en realidad se trata de un documento de reformas a la Constitución de 1857, así esta establecido el nombre formal de la que a la postre sería conocida como la Constitución mexicana de 1917. En la segunda década del siglo XX, nuestro país se había puesto a la vanguardia del derecho en el mundo.

Incorporar en ese proyecto constituyente los derechos sociales que protegían a la clase trabajadora y los postulados de derechos sociales, acompañados de las garantías individuales y, por supuesto, nuestra máxima figura de protección de la constitucionalidad: el amparo. Nos pusieron en una posición superior a otras naciones que aún tenían un incipiente avance en materia constitucional.

Esa gloria quedó para la historia y desafortunadamente nuestras instituciones entraron en una especie de letargo, y los procesos de reforma de la Constitución se contaminaron con los vaivenes sociales y políticos que, en cortos periodos de paz y estabilidad y en grandes etapas de desconcierto y descontrol, nos llevaron a generar un sinfín de reformas que en conjunto constituyen más de seiscientas al cabo de estas diez décadas.

Tantas y tan variadas reformas del texto constitucional generaron una Constitución deformada y desfigurada, que dejó de ser ejemplo y vanguardia de las constituciones en el mundo.

Con la llegada de la alternancia política y la aplicación de los resultados democráticos, nuestra norma suprema fue enmendada, parchada y alterada en su esencia, al grado tal que encontramos temas en títulos y capítulos distintos a la naturaleza de los artículos incorporados.

Más graves han sido las ultimas reformas, dotadas de una falsa expectativa de que todos los temas nacionales, para tener un mayor control de ellos o de materias que se deban salvaguardar, tienen que incorporarse directamente en la Constitución, no importa si se trata de temas procesales o procedimentales, o bien de tiempos y formas en cómo deben de constituirse los spots de radio y televisión en materia electoral, verdaderas aberraciones jurídicas impuestas por mayorías momentáneas, inestables y desorganizadas.

La celebración de los cien años de la Constitución promulgada en el Teatro de la República del bello estado de Querétaro no debe pasar como una fecha mas, tiene que ser un punto de rompimiento que nos obligue a reflexionar sobre si esta Constitución nos sirve tal como está, o llegó el tiempo de convocar a un nuevo constituyente que nos dé un instrumento de vanguardia y nos ponga a la altura que el mundo y la defensa de los derechos fundamentales reclama.

@perezcuevasmx

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