El nuevo rostro de las deportaciones de connacionales quedó al descubierto. Con 36 años y una vida entera hecha en Estados Unidos, Guadalupe García de Rayos fue deportada este jueves por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Así se convirtió en un ícono que revela las nuevas normas de deportación que están siendo instauradas por la administración del presidente Donald Trump.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva, Ray Ybarra Maldonado, abogado de Guadalupe García, explicó que por el momento es complicado el regreso de su cliente a territorio estadounidense y calificó de “horrible” que cada audiencia puede convertirse en un riego de deportación para muchos inmigrantes que están en la misma situación.

Pese a que defensores de los inmigrantes se opusieron a su deportación, la decisión de la policía fronteriza no cambió. García de Rayos, quien es oriunda de Guanajuato y que tiene dos hijos norteamericanos en la preparatoria, fue enviada a Nogales, Sonora, después de acudir a una audiencia, como cada año, a las oficinas de migración de la Unión Americana para renovar su permiso de trabajo, otorgado por el Programa Familia Unida.

Hoy las imágenes de su detención se quedarán como parte de la historia de la separación de una familia que, desde hace 22 años, radica en EU. Luego de su detención, defensores de inmigrantes protestaron. En diversos videos se puede apreciar a personas bloqueando el paso de la camioneta en la que trasladaban a Guadalupe, entre ellas destaca la de un hombre que abraza una de las ruedas del vehículo. Al final siete personas fueron detenidas y García de Rayos deportada a México.

Con tan sólo unas horas de haber llegado al país que la vio nacer, Guadalupe entró tomada de la mano de su hija al comedor de la Iniciativa Fronteriza Kino donde diariamente llegan entre 60 y 70 inmigrantes en busca de comida y ropa, para ofrecer una conferencia de prensa.

“Me enfrenté porque no quiero andar escondiéndome, no me gusta”, dijo ante los medios. Sobre sus planes inmediatos destacó que todavía no sabe que hará, por lo pronto estará con sus hijos que se quedaron en Nogales, México, para pasar la noche con su mamá y planificar el rumbo de sus vidas después de la separación familiar.

Su historia

La vida de Guadalupe dio un giro cuando en 2008, tras una redada en la empresa donde trabajaba fue detenida por agentes del entonces sheriff Joe Arpaio, conocido por instruir a sus agentes a detener a cualquiera que consideraran sospechoso de ser indocumentado para pedirle los papeles y que ahora también se le conoce por haber sido uno de los principales consejeros de Trump durante su campaña.

Tras un largo juicio y al no contar con antecedentes penales, Guadalupe no era considerada una prioridad para deportación de acuerdo con las normas al respecto dictadas por la administración de Barack Obama. Únicamente tenía que presentarse cada seis meses a las oficinas del ICE para analizar su situación migratoria.

Sin embargo, el pasado 25 de enero, el presidente Trump dictó una orden ejecutiva en la que establecía como prioridad de deportación a todos aquellos indocumentados con antecedentes criminales, pero no dejaba claro cuál debía ser la interpretación de dichos antecedentes, por lo que la situación de Guadalupe cambió radicalmente.

[gdlr_video url=”https://youtu.be/Hoq-lACu6I4″] 

Las reacciones

El alcalde demócrata de Phoenix, Arizona, Greg Stanton, a través de un comunicado, calificó el caso de “una farsa”. “En vez de buscar criminales violentos y traficantes de drogas, ICE gasta su energía en deportar a una mujer con dos hijos norteamericanos que ha vivido aquí más de dos décadas y no es una amenaza para nadie”.

El congresista demócrata por Arizona Rubén Gallego también alzó la voz y calificó la situación de Guadalupe García de “tragedia”.