Luego de que se encontraron más fosas clandestinas en un predio de la comunidad de Arbolillo en el municipio de Alvarado, Veracruz, el fiscal del estado Jorge Winckler aceptó que los sistemas periciales se encuentran colapsados, por lo que los ha obligado a suspender la búsqueda.

Explicó que la falta de lugar para colocar los despojos e insumos para el cruce de datos genéticos se debe a que hasta el momento tienen 250 cráneos y más de mil restos humanos hallados con anterioridad en el predio Colinas de Santa Fe.

“Sí, totalmente –rebasados los Servicios Periciales– hay fosas que no se trabajan, porque no tenemos dónde acomodar los restos; tenemos convenios pero es insuficiente el Semefo de la UV y el que tenemos en la fiscalía”, explicó.

Confió en que los restos humanos bajo resguardo puedan ser resguardados; sin embargo señaló que deberán contar con material genético, “todos los restos se van a identificar si hay todavía material genético, si no hay material genético, es muy complicado; hay restos que son muy complicados de extraer material genético porque no sólo fueron simplemente enterrados, hay algunos que los quemaron”.

Colinas de Santa Fe, la fosa más grande

La historia de las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe se ha convertido en una de los peores relatos de terror que se han dado a conocer en México.

Una madre del Colectivo Solecito recibió una noticia fatal el 10 de mayo por parte de la delincuencia organizada: la ubicación de más de 120 fosas clandestinas en un predio conocido como Colinas de Santa Fe. Sin embargo, fue hasta agosto pasado cuando se inició la búsqueda y ubicación de los cuerpos.

Una brecha de 4 metros de ancho, transitable para autos compactos, aledaña a una zona habitacional de interés social, a espaldas del nuevo recinto portuario y con un acceso privilegiado a la autopista Veracruz-Xalapa es el camino que lleva hasta a lo que podíamos llamar la fosa más grande del país.

“Hay áreas en las que evidentemente se tuvo que abrir una brecha con maquinaria para llegar hasta donde ellos llaman ‘La Alberca’, que es un lugar terrible donde se encontraron muchísimos cuerpos muy cerca uno de otro”, declaró el fiscal de Veracruz, Jorge Winckler.

Es tal la magnitud del hallazgo que el fiscal ya ha declarado que es imposible que nadie se haya dado cuenta de lo que sucedía en ese lugar, de la entrada y salida de vehículos. “Si eso no es con complicidad de la autoridad, pues no entiendo de que otra manera se pudo hacer algo así”.

En siete meses se han exhumado un total de 253 cuerpos en 120 fosas y más de 10 mil restos óseos. Junto con las exhumaciones ha aparecido una gran cantidad de ropa de hombre, mujer, zapatos, tarjetas de tiendas departamentales, estampas de santos, cabellos humanos, vendas.

Veracruz se ha convertido en un cementerio clandestino donde el crimen organizado encontró un lugar para desaparecer cientos de cuerpos.

Hay que recordar que en las fosas descubiertas en Tetelcingo, Morelos, se encontraron 117 cuerpos; en la fosa de San Fernando, Tamaulipas, fueron 196 restos humanos; en las 62 fosas de Iguala, Guerrero, se hallaron 131 cuerpos.

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