Al parecer, Rusia no sólo tiene experiencia en influir en las elecciones de otros países, también es un gran campeón en su propio territorio. Así lo demuestra la megamanifestación realizada principalmente por los jóvenes rusos que se pronunciaron en contra de la corrupción de sus autoridades e instituciones y del abuso del poder que estás realizan en su nación.
Desde Moscú y San Petersburgo hasta grandes ciudades como Yekaterinburgo o Novosibirsk, hasta localidad medianas en el Cáucaso, Rusia meridional, los Urales, Siberia e incluso en el Pacífico (isla de Sajalin), cientos de miles de personas de todos los estratos sociales unieron sus voces en señal de protesta por las irregularidades en las elecciones parlamentarias y presidenciales, respectivamente.
Estas marchas han puesto en jaque al Kremlin, cuyo jefe de prensa, Dmitri Peskov, reaccionó acusando a los organizadores de irresponsabilidad por sacar a la calle a menores de edad y exponerlos a situaciones peligrosas. “El presidente Putin ha sido informado del intento de celebrar un acto ilegal en la capital ayer y que el Kremlin valora las manifestaciones de forma sobria, sin exagerarlas ni minimizarlas”, dijo el funcionario.
El gobierno ruso prácticamente desestimó estas movilizaciones a las que calificó como un intento de “alguien para utilizar a los ciudadanos activos para sus fines, exhortando a la gente a participar en actos ilegales. El Kremlin respeta los derechos de los ciudadanos, pero no podemos mostrar el mismo respeto por los que de forma consciente confunden a la gente (…) provocando a la acción ilegal”.
Sólo para que lo sepan: Los canales de televisión estatales evitaron hacer cualquier cobertura de los mítines. El Kremlin aplaudió esta decisión al considerar que “son fruto de la provocación y la mentira. Agregó que las cadenas televisivas estatales muestran lo que consideran importante y significativo”, dijo el Kremlin en un comunicado.
[gdlr_video url=”https://youtu.be/IeI2keMcOyM”]
