El bloque integrado por Brasil, Rusia India y China debe su éxito a la consolidación que registran sus mercados
internos, que han conseguido con importantes reformas macroeconómicas con las que mantienen bajo control la cuenta
pública y su sistema financiero

Gabriel Fernández-Espejel

Brasil, Rusia, India y China, grupo de economías emergentes conocidas como el BRIC, nombre que acuñó la firma financiera Goldman Sachs en 2001, no sólo no padecieron en casa los efectos perniciosos de la crisis financiera global en 2009 y 2010, sino que están llamadas a ser el motor del desarrollo mundial en los años venideros. El Fondo Monetario Internacional (FMI) así lo ha manifestado en su último informe, Financiamiento y Desarrollo, donde precisa que la responsabilidad que tendrán en temas de estabilidad financiera y económica irá en aumento.

A diferencia de otras economías de África, Asia y Medio Oriente que salieron bien libradas de este trance debido a su poca relación comercial y financiera con las potencias más afectadas, el grupo de naciones del BRIC debe su éxito principalmente a la consolidación que registran sus mercados internos, lo cual han conseguido con importantes reformas macroeconómicas que mantienen bajo control la cuenta pública y su sistema financiero, así como por el impulso vibrante que guardan sus exportaciones y vínculos comerciales.

De acuerdo con los analistas, en ésta década de despegue el BRIC tiene en sus manos el control de su destino a través de la figura geopolítica del G-20, desde donde marcan su rumbo y la agenda de la económica global por igual. Los principales retos inmediatos que enfrentan también varían si se les compara con los de las potencias, en lugar de preocuparse por una combinación de desaceleración y deflación, éstos se centran en riesgos inflacionarios y de apreciación de sus monedas.

Brasil: el gigante latinoamericano

Dominique Strauss-Kahn, titular del FMI, aseguró tras su última visita al gigante latinoamericano que las tasas de crecimiento que experimenta son las más elevadas de las últimas tres décadas, lo que sorprende cuándo se compara con naciones como México que aún no logran resarcir los daños de la crisis financiera. El Fondo precisa que el mayor reto hacia delante está en la consolidación de estos ritmos de desempeño, camino que puede y debe cubrir con el combate a la pobreza y desigualdad; al mismo tiempo que reitera su fórmula reformista en impuestos, manejo de la cuenta pública, seguridad social y ambiente de negocios. Finalmente, es de destacar –y así lo hacen diferentes organismos multilaterales gubernamentales y de la sociedad civil-  el papel de liderazgo que Brasil ha tenido en múltiples arenas desde que asumió la presidencia Luiz Inacio Lula da Silva, el cual apunta hacia un mundo más equilibrado y que se espera su sucesora Dilma Rousseff continúe.

Rusia: esperando el despegue

Rusia es el país dentro del BRIC que menor impulso ha demostrado en los últimos años, fue el que más resintió la crisis financiera y aún espera la concreción de algunas importantes reformas que puedan abrir las puertas al comercio y a la inversión, con su entrada a la Organización Mundial de Comercio. Sin embargo, las tasas de crecimiento que experimentó en 2010 y que espera en 2011 de alrededor de 4% podrían duplicarse fácilmente con ajustes fiscales en menos de cinco años, así lo puntualizó el FMI en su última revisión  a esta economía. Por otro lado, habla del papel relevante que jugará el manejo de las ganancias de sus exportaciones petroleras y de gas, ya que pueden convertirse en el sostén de la economía o en una dependencia que difícilmente se pueda sacudir.

India: un crecimiento que depende del exterior

Las altas tasas de crecimiento en India –cada vez más cercanas a las que presenta China de 10%- están ligadas a la inversión extranjera directa que reciben y a su comportamiento sobresaliente en productividad, lo que explica a su vez la dependencia en el comportamiento de sus socios comerciales. Pero, los riesgos que enfrenta la economía no se limitan al devenir de sus mercados de exportación. Las presiones inflacionarias, advierte el FMI, exigen acciones urgentes en su política fiscal y monetaria, ya que en el mediano plazo la consolidación del mercado doméstico es vista como el mejor pilar para el crecimiento.

China: destinada a ser la mayor del mundo

La economía china será del mismo tamaño que la estadounidense en 2018, según estimaciones de Goldman Sachs, y lo logrará gracias a los nuevos ajustes que ya emprende para fortalecer y consolidar su consumo interno, con una clase media que se comparará con las que existen en Estados Unidos y la Unión Europea, así como con un número sorprendente de billonarios. Además su comportamiento hará posible que el BRIC sea comparable con el G7 en 2032 o que sume 50% del total del valor de los mercados de valores en el mundo o que representen 70% de las ventas de automóviles en el planeta.

En los últimos diez años el crecimiento del producto interno bruto del BRIC significó un tercio del desempeño total mundial, escenario que Goldman Sachs prevé se mantendrá o incluso mejorará en la próxima década. El FMI, por su parte, resalta el caso de China, asegura que su influencia se traslada de la esfera comercial a otros canales como el de la política y puntualiza que en el largo plazo un desempeño de 1% en la potencia asiática se traducirá en un impulso de 0.4% en la economía global.